Fotos: Diego Rosso.
Demostrando haber tenido el tiempo suficiente como para recomponer la estrategia y encarar de otra manera el partido, Unión salió decidido a sacar diferencias de movida y no dejarse sorprender por Nicolás Avellaneda. Luego de un arranque parejo, en los primeros tres minutos (7-6), el local edificó un pasaje de gran certeza ofensiva y con mucha intensidad defensiva para llevar las cosas a un cómodo 22-6.
El elenco tucumano no encontraba las vías de ataque positivo y quedaba sometido a lo que proponía el albiverde que no perdonaba y buscaba mayores distancias para definir el encuentro lo más rápido posible y así no sufrir un cierre parejo.
El segundo chico mostró una reacción de la visita que intentó ser controlada por Martín Méndez que no estaba conforme ni mucho menos con el parcial de 9-0 para achicar la distancia (26-21). Dio resultado porque un furibundo ingreso de Gonzalo Sotelo lo volvió a distanciar (33-21), manteniéndose la tónica hasta el cierre del parcial (41-30) y el descanso largo.
En el complemento, Unión mantuvo la intensidad defensiva y nunca permitió que la visita tuviera chances de acercarse. Por el contrario, lentamente fue extendiendo la diferencia.
Esto fue retroalimentando a los jugadores de la plantilla dirigida por Martín Méndez que tuvieron un cierre mucho más tranquilo con un 22/17 y 20/13 a su favor para cerrar 83-60, estampar el 2 a 0 en la serie y ganar en tranquilidad para lo que será el traslado del playoff a Tucumán.
Lo que sigue
El próximo viernes se jugará el tercer punto, trasladándose la serie a Tucumán, donde se podría definir todo en caso de que el local no pueda mantener su localía.
