Desde esta noche, Bolatti será el nuevo Intendente de la ciudad, dejando atrás experiencias en la faz pública -desde donde se había retirado hace varios años según él para no volver- y privada.
El sobrio acto de recambio de autoridades frente al Palacio Municipal permitirá que vuelvan a estar frente a frente los dos contendientes de los últimos comicios, ya que Cecilia Ghione estrenará el cargo de Presidente del Concejo para tomar juramento a quien la derrotara en las urnas meses atrás.
Luego habrá unas horas de descanso y a partir del lunes, se desandará una gestión que pretende diferenciarse de los últimos años en base a gestión y proyectos organizados. Precisamente la ausencia de un claro plan directriz fue una de las críticas que no pudo evitar Trinchieri y que constituye, a la vez, uno de los puntos fuertes de la formación de Bolatti.
La inclinación hacia lo productivo de quien hasta hace poco fuera coordinador de la Agencia de Desarrollo Sunchalense y referente local de programas diversos de corte internacional, también está presente en el Organigrama, donde se le otorga un sitial específico a la gestión de programas y financiamiento económico puertas afuera de la Tesorería local.
No obstante, también quedan flotando algunas dudas acerca del funcionamiento del equipo más cercano de trabajo, el cual congrega a gente sin experiencia en el rol público con varios ex funcionarios vecinalistas y profesionales foráneos.
Esta mezcla es la que ha generado cierta incertidumbre en un sector de la comunidad que espera un rápido amalgamiento para ver resultados en el corto y mediano plazo sin tener que esperar una transición que les permita “tomar el pulso” a una ciudad que descansa sobre su potencial.