Sunchales diciembre de 1930.

Piano
Aún persiste en el recuerdo de muchos vecinos de Sunchales la existencia del conservatorio de música «Lizt» que dirigía Juan G. Bosch. A comienzo de diciembre, rindieron examen las siguientes alumnas: Olivia Gorosito, Nelly Bonaudi, Aly Re, Olimpia Montalbetti, Estela Siccardi, Emerita Giraudo, Rosita Cipolatti y obtuvo el diploma de profesora de teoría y solfeo Isabel del Carmen Rodríguez Saralegui.
En el conservatorio de violín de Adolfo Actis, rindieron con éxito Luis Pochón, Horacio Aresca, Horacio Rosanigo y Matilde Somadossi.
Fútbol
Al finalizar la temporada futbolística de 1930 se comentó que Lorenzo Panero había decaído en su limpio y efectivo juego como seguro del área penal del club Libertad, por cuya razón, el Consejo Unico de Rafaela no lo incluyó para los encuentros oficiales del Campeonato Argentino.
«La Opinión» de Rafaela salió en defensa del zaguero, diciendo: «Fue un error del Consejo Unico no incluir al seguro Sunchalense en los encuentros oficiales por el Campeonato, argumentando que Panero estaba en decadencia, por cuanto, cuando acompañó al Atlético a Córdoba, fue la figura máxima del elenco y en el último Campeonato de la Zona Norte constituyó la figura central de todos los machts, aunque el título se lo llevara Independiente de Ataliva». Se hacía justicia.
Box
Los diarios de fin de año, comentaban que el púgil italiano Cámpolo, se entrenaba para un match con Luis Angel Firpo, recientemente vencido por Dempsey o con el español Uscudun.
La escuela de la Capilla (Collino)
Los colonos de Raquel protestaron por la supresión de la escuela Laynes de Capilla, por falta de alumnos; presentan un censo levantado por Aristo Cardia, redactor de El Comercio, en donde consta la cantidad de 35 niños en edad escolar, en un radio de 9 km.
Nuevo Juez de Paz
Después de 9 meses de ejercer la jefatura del Juzgado de Paz, el vecino Carlos A. Cravero, es reemplazado por el Sr. Mamy.
Año nuevo vida nueva
Así rezaba el artículo de fondo de El Comercio al finalizar el año 1930.
Declara: «Deseamos para 1931 nuevos panoramas, anhelamos otros cielos, sentimos necesidad de otras cosas y más novedades. Quisiéramos todo renovado, cambiado, todo lo besado por el sol, transformado lo que vieron nuestros ojos, tomaron nuestras manos y acariciaron nuestras almas.
Quisiéramos arrancar de cuajo el ayer y suplantarlo por la esperanza de hoy… Pero ante nosotros, hay una barrera infranqueable imposible de ponerla a nivel de nuestras aspiraciones, porque para ello deberíamos cambiarnos el alma y ello es imposible, luego, debemos seguir probando el acíbar del pasado, para promover un futuro mejor.»
Terminaba augurando a los lectores y a todo el pueblo en general, un feliz y próspero año nuevo.