La pandemia del coronavirus obligó a adoptar decisiones inéditas. Situaciones impensadas pasaron a ser en pocas horas, una alternativa, una posibilidad y luego, casi de inmediato, algo real. El panorama sunchalense se modificó por completo, no solo con calles desoladas a partir de la hora 15 de cada jornada sino también con afectación de casi dos decenas de caminos que eran utilizados como ingresos al ejido urbano desde distintas latitudes.

Sobre el final del año pasado, una de las discusiones en la ciudad era acerca del destino del acceso de calle San Juan y Ruta Nacional N° 34. Sector protagonista de varios accidentes, recibió la intervención de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, disponiendo de reflectores que mejoraron la iluminación en el sitio y dos corrientes debatían el futuro a mediano plazo. Mientras algunos sopesaban como alternativa el cierre del lugar, otros veían allí un accionar desmesurado y planteaban alternativas. Pues bien, meses después, el problema se ha resuelto ya que no se puede utilizar más el ingreso y nadie discute las motivaciones.

Si bien a muchos les resultará difícil de creer, hay una buena parte de la comunidad que no ha podido ver cómo se encuentran los accesos a la ciudad. Las restricciones de circulación junto a la residencia habitual en algún punto distante, hace que se conozca lo territorialmente más cercano pero a la vez, se ignore lo que acontece en el otro extremo de la ciudad. Por eso, estas imágenes pueden darnos una idea acabada de cómo luce una circunvalación a nuestro Sunchales.