Transcurridos un par de años de Pandemia, la ciudad sostiene desde hace varios días una situación cuasi ideal: un solo caso positivo activo. De esta manera, nos encontramos a pocas horas de estar nuevamente en donde ya estuvimos: sin casos vigentes de coronavirus en territorio sunchalense.
Lo curioso es que, a lo largo de estos más de dos años, prácticamente han sido inexistentes las cifras o voces oficiales del Covid19. En un primer momento, las constantes novedades que se generaban mediante Decretos (en sus variantes Provinciales y Nacionales) obligaron a impulsar la figura del «vocero oficial», la cual se fue destiñendo… No deja de ser por lo menos llamativo que, transcurridas las novedades, horarios y restricciones, todo volvía a silencio.
Esto fue una situación que se repitió en todo momento: prácticamente no tuvimos conferencias de prensa cuando la ciudad estuvo casi desbordada en enero de 2021 con casi 500 casos, ni cuando a partir del esfuerzo conjunto la situación pasó a ser de cero casos, tampoco abundaron las voces oficiales cuando en este enero de 2022 nos impactó la variante Ómicron y en días sumamos centenares de contagios quedando al borde del millar… ni hay postura ahora, que como dijimos, estamos cerca del ideal otra vez.
Si bien hay que admitir que ante consultas periodísticas los responsables de turno respondían con celeridad y certeza, esto nunca se transformó en una situación proactiva, ergo, si no había consultas periodísticas no se generaba información oficial. También es válido de reconocer el esfuerzo de una campaña callejera con un puñado de afiches, aunque sin el respaldo que se requería desde spots o espacios que debieron ser ocupados en los diferentes medios locales.
Actualmente, el contexto marca que ya no se necesita «aquella información» sino que en los últimos meses, las vacunas, dosis y turnos fueron las que necesitaron un acompañamiento que no existió. Ahora mismo desde el Vacunatorio se manejan de forma directa con los medios de comunicación, muchas veces lamentándose porque los turnos asignados no son cumplidos o los horarios ignorados. Tampoco se conoce oficialmente cuántas dosis se colocaron, en qué combinación, ni si hubo infectados vacunados o algún otro tipo de información estadística que pueda estar a disposición de la comunidad con un fácil acceso.
Para el balance final quedará también conocer cómo se invirtió el dinero que fue aportado por la comunidad o también un repaso general de las rendiciones de las cuentas públicas, las cuales por Ordenanza debían efectuarse quincenalmente.
Finalmente, cabe mencionar casi como una anécdota, que la ilustración de esta nota corresponde al Tablero de control Covid que incorporó el Municipio en la primera etapa de la pandemia, el cual seguramente permitió hacer un seguimiento efectivo del comportamiento de los casos en la ciudad, aunque los medios no hayamos tenido acceso a dicha información.