Los más antiguos y excelsos escritores se han expresado sobre la voluntad. William Shakespeare dejó su pensamiento: “Nuestros cuerpos son jardines en los cuales nuestras voluntades son sus jardineros”. “El carácter es la energía constante de la voluntad”, expresó Herni Lacordairees. John Milton afirmaba: “No creo en la casualidad ni en la necesidad, mi voluntad es mi destino”. Y esta afirmación anónima pero hermosa y rotunda: “Cuando la voluntad está lista, los pies son livianos. El motor se ha encendido y nuestro camino aparece, luminoso y seguro, para que los pies avancen sobre un suelo de metas que abordaremos con seguridad y éxito”.
Y cierro con esta expresión de Paul Johnson: “Junto a la valentía, la fuerza de voluntad es lo más importante en la vida”. Valentía, seguridad, voluntad, motor, energía, metas, todas palabras muy valiosas y profundas. ¿Por qué surge este vocabulario en una fecha tan especial? Se ha celebrado el DÍA DEL BOMBERO VOLUNTARIO y en una sociedad tan marcada por las ambiciones, las apetencias desmedidas en algunos ámbitos nacionales, las demandas por aquellos que no buscan trabajo pero desean asistencia económica, etc., como oposición se destacan las conductas desinteresadas, virtuosas, generosas y caritativas, las que donan no únicamente su tiempo sino su salud, exponiéndose a grandes riesgos en casos de inundaciones, accidentes, incendios, etc.
Figuras gigantescas subidas al pedestal de los laureles. ¿Y si dentro del grupo sunchalense descubrimos la asistencia de dos damas? Liel y Noelia –egresadas el año anterior-, estuvieron presentes el sábado pasado durante la misa ofrecida también para darles la bendición por el sacerdote. Sorpresa y emoción, lógica y notable admiración; un cúmulo de sensaciones ante estas virtudes que expresan dos jóvenes de nuestra ciudad.
¿Alcanza el aplauso? Por supuesto que no. Pero ellas seguramente no persiguen condecoraciones. Las motiva la convicción, el ayudar al prójimo en situación de riesgo, con un corazón abnegado y una virtud que las adorna: el carácter. Desde mi lugar, hago uso de mi humilde palabra escrita para dejar testimonio y divulgar. Quizás, el efecto multiplicador y de estímulo origine nuevas decisiones en el “jardín de la voluntad”.