La igualdad en dos conseguida entre Juventud Unida y Libertad dejó diferentes sabores ya que mientras se paladeó como la pérdida de dos puntos en el local, para la visita se disfrutó mucho más puesto que el empate llegó tras una gran remontada y a pocos minutos del final. Debió haber tenido lugar mucho antes pero se dio así, lo ganaba el último y casi se lo arrebata el puntero.Cuando parecía que Libertad podía retornar con una victoria, iba, desordenado pero iba, Iván Bonzi, a los 35, puso en ventaja al local. Era el resultado que le daba a los entrerrianos el aire necesario para seguir soñando con salvarse del descenso y pensaban defenderlo con uñas y dientes.
El rival más débil del grupo demostraba grandes falencias pero los aurinegros no podían concretar las chances que generaban. Una y otra vez un rebote, una pierna oportuna, un descuido o la propia ineficacia o mala fortuna se conspiraban para negarle primero la apertura y luego la igualdad ya ampliamente merecida.
Para colmo, cuando tras el descanso los de Kudelka salieron como para empatar de una buena vez, llegó el otro Bonzi, Fabián, para colocar un remate contra el palo desde el borde del área grande y dejar sin nada que hacer a Iván Baigorria quien veía caer su valla por segunda vez.
Libertad pareció sentir el golpe y se desordenó durante varios minutos pero luego, más por garra y empuje que por el buen fútbol, comenzó a adelantarse en el campo de juego. Así se pasó a desarrollar el trámite cada vez más dentro del campo local cuyos jugadores evidenciaban el desgaste físico que habían realizado. Después de algunas situaciones estériles, llegó el descuento del “Toro” Orlando Vera, que abrió las esperanzas de llegar a la ansiada igualdad.
El último cuarto de hora fue más de lo mismo, con remates externos, centros y situaciones sin aprovechar pero también, con pocas ocasiones de juego colectivo. Muchos de los arrestos eran individuales pero también sumaban en este caso. Una de esas encaradas fue la de Dantoni que derivó en el remate de Cipolati que no pudo ser retenido por el arquero local y el rebote fue capitalizado por Cristian Girard para marcar el empate a un minuto del final.
El dos a dos llegó como un premio merecido pero a su vez quedó como un resultado exiguo por el trámite del partido ya que sin demostrar el juego que lo llevó a estar en al cima de la tabla de posiciones, lo tuvo como protagonista intentando una y otra vez. Más allá de la punta, es una unidad que le sirve a los sunchalenses para sumar tranquilidad y pensar en la permanencia y continuidad en el torneo.
