Con decenas de miles de hectáreas afectadas dentro del Comité de Cuenca, los productores se reunieron en la sede de la Sociedad Rural, para actualizarse y debatir sobre la situación y el futuro.
Javier Bolatti, presidente de la entidad, señaló respecto de la posibilidad de concretar las acciones administrativas de reclamos que «el no ya lo tenemos. Por eso prefiero arriesgarme a que sea un juez el que me lo diga», afirmación que fue acompañada por los presentes, quienes también se volcarían hacia un reclamo formal ya que el mismo contiene una nota formal y relevamiento de pruebas, entre otras cosas.
La intención es que «algo» se tiene que dejar por escrito, sentando así antecedentes y referencias a futuro. «Nuestra inundación fue ridícula, nos tapamos de agua con solo 140 milímetros», comentó uno de los productores presentes.
Otro de los comentarios escuchados fue lo que está ocurriendo aún ahora en la zona de Córdoba, donde en San Francisco se mantendrían en marcha numerosas bombas arroceras sacando el agua y volcándola hacia aquí.
Lo que varios consideraron como necesario fue el trabajar en la cuenca Las Penquitas y Las Calaveras, entre otros canales de la región, como una forma de aliviar la zona. Otra de las propuestas escuchadas fue el de controlar los caudales, algo que demandaría otros esfuerzos y desembolsos.
También Bolatti comentó que, en contacto con Técnicos Universitarios y un Asesor Legal, le aseguraron que existen estudios y relevamientos como para presentar a modo de prueba. No obstante, el paso siguiente es precisamente reunir fotos y recortes, testimonios y filmaciones que reflejen lo sucedido en toda la cuenca, material que puede alcanzarse ya a la sede de la Rural sunchalense.
Con todo, se procederá a presentar esto a la Provincia para que dictamine si el sistema de canalización existente es suficiente o, como se piensa, se deben hacer nuevas obras.
Más adelante, avanzada la reunión, se discurría entre los presentes acerca del rol que viene cumpliendo el Comité de Cuenta y la posibilidad de reorganizarse de manera más efectiva, viendo que suele quedar la sensación de inacción por parte de quienes, actualmente, deberían estar motorizando este tipo de reclamos de obras pendientes.
