Las medidas de seguridad deben pasar por todos los lugares y ser íntegras, aunque ahora parece ser que hay que pensar en situaciones poco habituales. Así se desprende de la experiencia de este cronista, quien fue alertado por parte de vecinos acerca de que dos jóvenes estaban robándole el combustible. El hecho no pasa de una mera anécdota aunque contiene un punto a tener en cuenta: la participación de dos menores casi niños en el hecho.
Ellos, con una habilidad manifiesta para este accionar, rápidamente quitaron de su sitio la manguera de la nafta, introduciéndola en el envase de una botella que llevaban consigo. La velocidad con la cual actuaron no hace más que inferir en que no es esta la primera vez que lo hacen. Si bien se trata de un hecho insignificante, genera inquietud por la corta edad y la predisposición hacia el delito.
