El fin de año encontró a la familia bomberil reunida y celebrando lo que fue un nuevo período de crecimiento en el cual no solamente pudieron incorporar nuevo equipamiento sino ratificar lo importante que es la labor que abnegadamente, día y noche, van desarrollando. Muchas veces, el trabajo de los voluntarios pasa desapercibido pero es ante una circunstancia totalmente imprevista cuando se ve de su profesionalismo y predisposición por brindarse en un ciento por ciento.
Luego de varios años, los integrantes del cuerpo directivo pudieron concretar un acto que no estuvo exento de emoción y es la entrega de reconocimientos y ascensos a los miembros del cuerpo activo. Así, divididos en categorías de cinco en cinco años, fueron recibiendo su distinción personal y una estrella por cada quinquenio de servicio prestado.
Previo a ello, Víctor Sanchez, presidente de la institución y Alberto Alesso, integrante de la comisión directiva, efectuaron una primera evaluación sobre lo vivido durante el año. Entre otras cosas, señalaron las 150 salidas que por diversos motivos se efectuaron a lo largo de los meses de 2007, así también como la variedad de los desencadenantes de dichos llamados, lo que los obliga a los Bomberos a estar preparados para cualquier situación.
Entre los puntos positivos, manifestaron la incorporación de la nueva autobomba, así como también la realización de diversos trabajos de mantenimiento y mejora de la parte edilicia. Esto les posibilita contar con un ingreso más que importante, que hace que por ejemplo el salón de fiestas, esté ya reservado para todo el 2008 y tenga 15 fechas de 2009.
Uno de los desafíos para el ciclo entrante es el de adquirir nuevos trajes para ir reemplazando aquellos que van llegando a su vencimiento. A pesar de esto, siguen siendo utilizados por los Bomberos, aunque es un punto a tener en cuenta, más sabiendo que son importados y cuestan cerca de 3.500 dólares por unidad.
Respecto de la situación económica, Alesso refirió que hoy en día tienen un interesante aporte de la región que participa activamente, así como también de la comunidad sunchalense que siempre dice presente. No obstante fue claro al sostener que «los cambios de Gobierno, ya sean provincial o nacional, ya no nos generan expectativas. Hoy en día no esperamos nada del Estado». La afirmación está directamente relacionada con el escaso respeto a las leyes vigentes, las cuales, si se cumplen, se hacen con mucho retraso.
