Conmoción por presuntos malos tratos a niños en un Jardín Maternal privado

Luego de que la ciudad se conmocionara tras las denuncias efectuadas en una primera instancia en redes sociales por padres acerca de los presuntos malos tratos a los que su hijo era sometido en un Jardín Materno Infantil privado, personal policial realizó un allanamiento en dicha sede el pasado sábado, a fin de recabar datos sobre lo ocurrido. Las presentaciones se habrían realizado en la Policía local, instruyéndose a la vez a la Secretaría de la Niñez y Adolescencia de la ciudad de Rafaela para que accione activamente en el caso.

En las últimas horas, la viralización de los audios que se generaron a partir de que este padre colocara un dispositivo de grabación en la mochila de su hijo puesto que éste había tenido cambios en su comportamiento, hizo que rápidamente muchos tomaran partido, estableciendo juicios de responsabilidades aún cuando la propia Justicia está en una etapa de instrucción. En total, son unas tres horas de material que obtuvo por este medio el padre de uno de los niños asistentes al Jardín, el cual funciona en su filial sunchalense en calle Leguizamón.

El caso, por involucrar a pequeños de corta edad, tuvo una rápida repercusión regional e incluso llegando a trascender las fronteras provinciales e instalándose en algunos de los medios más importantes del interior del país.

A su vez, desde el Municipio explicaron que estaban aguardando instrucciones de las autoridades intervinientes antes de adoptar alguna determinación sobre el particular, aunque fueron varios los funcionarios del Gabinete que estuvieron siguiendo de cerca el tema desde el primer momento.

Duro testimonio
Rafaela Noticias accedió a la voz de un padre de un niño que asistía al mencionado jardín de infantes y comentó: “Me duele no haberme dado cuenta antes. Mi hijo asistía de 7 a 16 horas por lo que no me quiero imaginar cómo habrá sido tratado ante tantas horas en el lugar. Ahora conociendo la verdad entiendo algunos comportamientos de él como por ejemplo tener miedo para entrar al baño. Cuando lo queremos bañar empieza a gritar y se esconde debajo de la mesa. O cuando le decíamos que no a algo, él solo se golpeaba su cabeza”.

Además agregó: “Hace cuatro meses lo fui a buscar y me lo devolvieron sucio de lavandina. Toda la ropa quemada con lavandina. Fue una desgracia con suerte, se podía haber tirado en los ojos. Seguramente lo tenían encerrado en el baño, es lamentable lo que pasó”.

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