Antes de subirse al micro que los trasladará rumbo a Viedma, Adrián Tosetto analizó el presente momento de Unión diciendo «queda el sabor amargo porque era uno de los objetivos que teníamos el entrar al Pentagonal. Ahora tendremos que encarar por el camino más largo pero estamos preparados para dar pelea».
En la entrevista mantenida con Mario Ceballos, también señaló que «fue clave el partido que perdimos en condición de local con Sansinena, donde tuvimos un nivel muy bajo respecto de lo que veníamos haciendo… Luego ante Alvarado fue de ida y vuelta y se nos escapó después el encuentro de local, donde fuimos todos conscientes de que no tuvimos el nivel que esperábamos, lo que nos llevó a perder la clasificación».
«Ahora nos fuimos preparando para lo que viene y sabemos que más allá de que la zona es pareja, mientras tengamos posibilidades lo seguiremos buscando», agregó.
Por otra parte, sobre el duro rival que tienen por delante, como es el caso de 25 de Mayo, refirió que «siempre planificamos el partido para los 180 minutos. Intentaremos traernos algo para luego definir en condición de local. Lo importante es que el equipo reaccione, que tenga la identidad que supimos tener para mantener la pelota, trabajar el partido y tratar de regresar con un buen resultado».
«Sabemos que es un rival que ataca con mucha gente, que cuando recupera siempre trata de atacar y máximo de local. Si bien nos conocen a nosotros, el respeto estará o el estudio hacia el equipo contrario estará pero buscaremos ser un equipo compacto y sólido para no pasar sobresaltos», consideró por último.
Tres bajas importantes
Respecto de los jugadores para armar el equipo, se mostró preocupado por tres bajas importantes que tiene de cara al arranque de este playoff. Sobre las mismas, Tosetto explicó que «Diego López no está por un golpe que recibió en el partido de Liga Rafaelina. Lo mismo Valdivia, quien arrastra una luxación en el hombro y Joaquín Molina tampoco porque tiene un quiste que no le deja entrenar en forma normal por el dolor que tiene».
«Hoy por la mañana definimos que se haga una cirugía pero lo limitará unos diez días ya que es la zona de flexión de la rodilla. Ya no lo podía más sostener, vivía con ese dolor y había recibido tres infiltraciones por lo que en consulta con el cuerpo médico se resolvió que se someta a esta intervención», concluyó.
