En un contexto altamente favorable, Libertad se aprovechó de la holgada victoria conseguida días atrás en Mar del Plata por 6-3 sobre Alvarado y se instaló en Semifinales. Parecía altamente posible que esto sucediera ya que la visita debía imponerse por cuatro goles de diferencia para dejarlo en el camino.
Además, Tosello demostró que el equipo tomó nota del padecimiento de Cuartos de Final ante Independiente de Neuquén, donde su forma de jugar puso en riesgo una situación que también era favorable. Con un ritmo más bajo, salió a intentar dominar el juego y hacer prevalecer la diferencia pero fue la visita la que avisó en el inicio mismo del cotejo primero y luego con otras aproximaciones.
Cuando podía -por el rival o la cancha que otra vez estuvo pesada producto de las lloviznas- intentaba controlar la pelota, lateralizar y desarrollar su juego. La visita, obligada por la desventaja, se apresuraba y encontraba en los pelotazos largos la opción más rápida de buscar aproximarse a un seguro Manera.
En una de sus primeras llegadas, Libertad demostró que sigue manteniendo una altísima efectividad, cuando Zbrun adelantó al local a los 13 minutos. Apenas después de sacar del medio, Alexis Blanco estampó la igualdad y parecía que se venía otro partido abierto y con goles. No obstante, el aurinegro retrocedió un poco, y la visita siguió intentando con centros que no prosperaron.
Si algo le faltaba a la visita para oscurecer el panorama era que apareciera Luis Ibañez, quien a los 38 decretó el 2 a 1. Se cerraba el primer tiempo y los marplatenses debían convertir cinco goles…
En el complemento, los de Botella siguieron haciendo méritos por lo menos para empatar y descontar en la serie pero esto recién ocurrió a los 36 minutos, por intermedio de Federico Almenares. Así, se fue cumpliendo el análisis de muchos: la mala tarde del domingo anterior los condenó a la eliminación. La principal diferencia en el duelo estuvo en la efectividad liberteña, donde casi no perdonó nunca.
Ahora, a esperar el miércoles por un histórico como lo es San Martín de Tucumán. El aurinegro perderá la ventaja de localía por lo que el «Plácido Tita» será el primer lugar donde se jugará para luego trasladarse al norte y definir en un estadio que será una caldera.
