Si bien se sabía de antemano que Defensores era un rival complicado, el partido terminó siendo durísimo y más allá de la igualdad en uno, a Unión le salió muy caro ya que expulsaron a Leonardo Moino y se esperaba por el diagnóstico de algunos jugadores que salieron con dolencias.
De movida, la visita se plantó lejos de su arco, dispuesto a disputar el juego en mitad de cancha. Demostró un buen tratamiento de la pelota, orden y criterio. En suma, atributos similares a los de un Unión que encontró la ventaja en la primera chance que tuvo.
Molina no perdonó y estampó el 1-0 cuando apenas transcurrían siete minutos de partido y muchos aún estaban acomodándose. Pareció que podía abrirse el juego pero la visita se mostró tranquila aún en la desventaja y aprovechó al máximo un tiro libre ejecutado por Germán Lessman quien puso la pelota bien lejos de Emmanuel Viotti para decretar la igualdad con tan solo 15 minutos disputados.
Luego, el encuentro cayó en un pozo en el cual ambos lucharon más que jugar. Intenciones sobraban pero no se podían plasmar en el campo de juego. A los 37 minutos llegó la expulsión de Moino, quien fue amonestado pero de inmediato y ante una protesta, recibió la tarjeta roja por parte de Mario Ejarque. El árbitro sanjuanino aplicó un criterio discutible en todo el desarrollo, permitiendo que varias intervenciones violentas no tuvieran siquiera una mínima sanción.
Con el transcurrir del partido y algunas jugadas fuertes, el clima se fue calentando en las tribunas, esto repercutió en el interior de la cancha aún cuando el juez se mantenía impertérrito. Los dos equipos tuvieron varias chances en el cuarto final, con escapadas y triangulaciones, intentando recuperar el andar del arranque pero ya no había tiempo para más.
En el balance, los de Tosetto fueron más que el rival, especialmente porque siguieron siendo peligrosos y por momentos dominadores, aún estando más de la mitad del partido en inferioridad numérica. Ahora, con esta igualdad y la ventaja deportiva para Ramallo, el Bicho sabe que lo único que le sirve es ganar.
La visita, que cuenta con características similares a las de Unión (un plantel joven, metedor, que se conoce de hace tiempo y tiene bien claro su libreto), también busca llegar a la Final por el ascenso. La segunda mitad de esta llave se jugará el miércoles a las 21 en el estadio «Salomón Boeseldín» de Villa Ramallo, donde por lo visto, habrá promesa de buen espectáculo.
