Después de la vuelta desde Pergamino, con el resultado a su favor, para los jugadores los días de la semana se hicieron largos, y la misma interminable, ya que más allá te los trabajos tácticos y técnicos para la puesta a punto final, la ansiedad lógica y entendible hizo presa en cada uno de los protagonistas.
Lo cierto es que este domingo es el día esperado, porque este domingo «puede ser un gran día», para el pueblo futbolero albiverde, que necesitó de «un fuerte cachetazo» aquel 13 de abril de 2012, para entender de que «había que barajar y dar de nuevo», intentando no cometer los errores que lo llevaron al día mas triste de su historia futbolística.
Hoy esta ahí, con el ascenso al alcance de la mano y a 90 minutos de lograrlo. Pero íntimamente sabe que, ahora más que nunca, esa posibilidad depende pura y exclusivamente del propio Unión, que no hay margen para el error, si es que se quiere lograr algo tan soñado.
El estadio de La Avenida se volverá a «pintar de verde y blanco», como en las mejores épocas, como en aquella tarde ante La Florida de Tucumán, hace 12 años atrás y seguramente cerca de las 20 explotará en una alegría incontrolable festejando el hecho de volver al lugar que nunca debieron haber perdido.
El partido se juega desde las 18, es arbitrado por Nahuel Viñas de Alcorta, en el equipo de Tosetto vuelve Yuste, Rojo se queda afuera por 5 amarillas y Escott ocupará su lugar…
