Fernando Calamari: 75 años de la escuela Nº 445 «Carlos Steigleder»

1949-2024: 75° del Colegio Nacional de Sunchales (actual escuela de Educación Secundaria Orientada N° 445 “Carlos Steigleder”): Surgimiento y consolidación

Se creó en el primer gobierno de Juan Domingo Perón. Este consideraba a la educación como extensión del bienestar social y aporte al oficialismo. En consecuencia, se superó la tasa de crecimiento de la matrícula en la enseñanza primaria con la escolarización de nuevos sectores de la sociedad y también aumentó el número de estudiantes del nivel secundario. Asimismo, se fundaron más de 1.000 escuelas primarias y se facilitó la concurrencia a los colegios de los grupos marginados. Se hicieron también escuelas hogares y escuelas fábricas, se distribuyó gratuitamente un vaso de leche en los colegios del estado y se dio de comer en las escuelas carenciadas.

Sunchales de la misma manera formó parte de esta política pública educativa urbana y rural inédita a través de la compra un terrero para construir el edificio de la Escuela de Oficios para Mujeres y del Hogar con fondos del gobierno y donación pública, inauguración del edificio escolar de la Escuela Fiscal N° 806 Campo Ristorto, refacción y construcción de un salón de actos y otras dependencias en la Escuela N° 379, emplazamiento del nuevo edificio de la Escuela N° 169 y la creación y construcción de la Escuela N° 388 (actual 6.388) con terrenos donados por la cooperadora y la Fábrica de Manteca SanCor respectivamente. Asimismo, los productores rurales gestionaron la creación de un colegio rural donde donaban material y el terreno para el edificio en cercanía de la cremería El Fortín.

En este contexto, existía la necesidad de crear un establecimiento educativo secundario para Sunchales (su población superaba los 5.000 habitantes) y zona de influencia ya que era oneroso para las familias enviar a sus hijos a estudiar en otras localidades, como Rafaela, o no se continuaban los estudios secundarios por dicho motivo.

Así, el 8 de octubre de 1948 se designó una comisión popular para realizar acciones para concretar dicha necesidad denominada Pro Instituto de Enseñanza Secundaria Sunchales. Se reunieron en la Escuela N° 169 por invitación del director José Giuliani. Estuvo integrada por Américo Druetto, Miguel Cajal, Juan Sola, Leopoldo Epelbaum, Enrique Arnaudo, Ángel Riboldi, José Soldano, Luis Sapino, Ernesto Actis, Juan Actis Grande, Eliseo Frassoni, Isidoro Ferreyra, Irene B. de Sola y Yolanda Frassoni. Luego se sumaron Virgilio Márquez, Héctor Bolatti, Ernesto Ristorto, Menéndez Gioni, Heraldo Fiori, Ítalo Ré, Héctor Ristorto, Máximo Richiger, Héctor Giraudo, Nilvano Molinari, H. (sic) Rotania y Elder Rotania.

Al mismo tiempo, se conformó la Asociación Cooperadora compuesta por José Alassia, Pedro Oliver, Américo Bonaudi, Mauricio Chiapero, Mario Maretto, Ernesto Actis, Isidoro Ferreyra, José Soldano, Juan Actis Grande, Ángel Molinari, Eduardo Chiarella, Modesto Martinuzzi e Ítalo Ré.

Simultáneamente, Ferryera, en calidad de representante de la iniciativa y del peronismo local ante el gobierno nacional, viajó a Buenos Aires para lograr el permiso de las autoridades ministeriales. Este también tuvo un rol de gestión para el nuevo edifico de la Escuela Nº 169.

Antiguo edificio adquirido en la calle Santa Fe. Atrás asomaba un molino de viento.

La cooperadora era dueña del colegio hasta que el estado lo incorporara. Su finalidad fue obtener el reconocimiento del gobierno nacional -desde muchos años sin respuesta-, invitar a las familias para que inscribieran a sus hijos e hijas -tenían que pagar una cuota mensual de $ 20 moneda nacional (m n) para colaborar con el funcionamiento del colegio-, recaudar fondos para para adquirir materiales para la enseñanza, ayudar a los estudiantes carenciados y estimular valores en los alumnos.

Paralelamente, la Comisión de Fomento que gobernaba al distrito estaba a cargo de la Unión Vecinal (alianza entre radicales y socialistas) integrada por Adolfo Actis, Pedro Viotti, Antonio Arnaudo, Modesto Martinuzzi y Celestino Fenoglio, los cuales apoyaron la iniciativa con $ 200 m n.

La nómina total manifestó la participación de vecinos de sectores sociales medios y altos, como productores agropecuarios, comerciantes, profesionales e industriales. Casi todos eran hombres y muchos eran miembros de partidos políticos (Unión Cívica Radical, Partido Justicialista, Partido Demócrata Progresista y Partido Socialista), corporaciones (Sociedad Rural y Centro Comercial, Industrial y de la Producción) y cooperativas (Carne, Fábrica de Manteca SanCor, Cooperativa Ganadera y SanCor Seguros). Esto expresó la unidad e importancia del objetivo educativo en beneficio de la comunidad por encima de las diferencias sectoriales.

Sin embargo, la lista de los primeros estudiantes estaba compuesta hegemónicamente por gringos, muchos vinculados a las familias organizadoras y con paridad de género: Actis Grande Alicia, Alassia Teresa, Amado Eli, Chiapero Hugo, Colombo Darío, Destéfanis Ofelia, Galaverna Agustín, Giraudo Marta, Lattanzi Norberto, Marchisio Walter, Minardi Catalina, Moretto Eda, Riboldi Miryam, Sánchez Juan, Scapino María, Soldano Alberto y Storni Lian. Esto manifestó que al principio la educación secundaria en Sunchales no era inclusiva ni popular porque solo representaba aproximadamente 2,19% de la matrícula total de educandos de todas las escuelas y el sueldo promedio de un obrero era de $ 155,2 m n y de un empleado administrativo $ 83,8 m n, lo cual hacía muy difícil o impedía pagar la cuota mensual.

El 15 de marzo de 1949 se inauguró el curso secundario denominado Instituto Adscripto Sunchales porque los estudiantes tenían que rendir en el Colegio Nacional de Rafaela y funcionaba en un aula de la vieja Escuela N° 169 ubicada en la calle Santa Fe 65 (hoy se ubica el Jardín de Infantes Nº 118). Concurrieron al acto autoridades, delegados de escuelas, instituciones y vecinos, lo que significó la trascendencia del acontecimiento histórico.

El plan de estudios consistió en cinco años de cursado para recibirse de Bachiller Elemental. Asimismo, el plantel directivo y docente fue el siguiente: Director: Félix Ramella, Vice-director: José Giuliani, Profesores: Castellano: Félix Ramella, Latín y Religión: Presbítero Marcos Tacca, Matemática: Orestes Remondino, Inglés: Alejandra Borda, Botánica: Margarita Oliva de Frassoni, Historia: Américo Druetto, Geografía: Leda A. de Torassa, Música: Pilar V. de Nosiglia, Dibujo: Ema Richiger, Moral: Gladis Bolatti, Física: Antonio Terragni, Trabajo Manual para Mujeres: M. (sic) de Montalbetti y Trabajo Manual para Varones: Amado Foglia. Los educadores trabajaron al principio en forma gratuita y luego el gobierno aportaba 75 % del salario y la Asociación Cooperadora 25%.

Dentro de la diversidad de materias teóricas y prácticas de humanidades y ciencias duras y la presencia mixta de catedráticos, se destacaba la religiosa debido a la obligatoriedad de la enseñanza de la religión católica en los colegios primarios y secundarios. A la vez, no se daba Educación Física.

En 1950 la institución educativa se mudó a la casa de Bartolomé Ferrero ubicada en Estanislao López 343, quien la facilitó gratuitamente, debido a la necesidad de un mayor espacio para primer y segundo año y en 1953 se graduó la primera promoción. Fueron 7 estudiantes -todos varones-, que representaban 58,82% de los primeros ingresantes secundarios y aproximadamente 0,79% del total de la matrícula escolar de Sunchales bajo la dirección de Orestes Remondino. Estas cifras expresaban el elitismo inicial aludido.

Asimismo, ya se habían incorporado cuarto y quinto año y el colegio se trasladó a la casa de Margarita Costamagna de Rodríguez, a quien la cooperadora escolar le alquilaba la vivienda y luego se mudó al viejo edifico donde funcionó la antigua Escuela N° 169. Otro adelanto que expresaba su consolidación era que se contaba con Secretario, Auxiliar de Secretaría, Ayudante de Gabinete y Portera.

El año 1953 además fue importante porque se realizó una colecta de dinero denominada Pro Edifico del Instituto de Enseñanza Secundaria Sunchales a beneficio de la cooperadora escolar. Ayudaron vecinos, empleados, profesionales, comercios, industrias, sindicatos, clubes, mutuales, corporaciones, cooperativas y bibliotecas. La finalidad era recaudar dinero para la compra y refacción del edifico donde se ubicaba el colegio secundario. Asimismo, colaboraron las localidades de Tacural, Humberto Primo, Ataliva, Raquel, Palacios, Soledad, Colonia Hugentobler, Colonia Bicha, Colonia Bigand, Eusebia y Morteros. De la misma manera, la Comisión de Fomento gobernada por el Partido Peronista e integrada por Celestino Fenoglio, Ernesto Montini, Carlos Audagnotti y Silvio Moggio, aportó $ 1.500 m n. Para ampliar la recaudación también se hizo una venta de rifas.

Esto reflejaba la ampliación e involucramiento del compromiso ciudadano e institucional privado y público masivo y policlasista, donde colaboraron humildes y poderosos. Asimismo, se evidenció el alcance regional del colegio secundario, a pesar de que algunas familias preferían continuar enviando a sus hijos a estudiar en otras ciudades.

Recién el 17 de junio de 1961, durante la presidencia del radical intransigente Arturo Frondizi, la escuela fue incorporada al Ministerio de Educación de la Nación y se denominó Colegio Nacional. La Asociación Cooperadora tuvo que donar sus bienes al estado, el cual pagaba el sueldo del personal no docente y docente y designó a Ezio Montalbetti como director.

Así transcurrieron aquellos años para los alumnos y alumnas entre aulas modestas, con pizarrones de madera, tizas, doble bancos de hierro y madera, plumas y tinteros, bolígrafos, cuadernos y libros. Para los varones: zapatos, pantalón de vestir, camisa, saco y corbata o guardapolvo o campera -también con corbata-, peinado con pelo corto y afeitados, algunos con bigotes. Para las mujeres: guardapolvo, zapatos, polleras que cubrían las rodillas, medias can can, pelo atado y sin uñas pintadas.

De esta manera, la acción conjunta entre vecinos, instituciones y gobierno logró concretar un anhelo postergado, merecedor y potenciador del desarrollo sunchalense y se pudo cumplir y mantener una proclama de la época que resumía el sentimiento de la primera escuela secundaria de Sunchales: “Si todos y cada uno aportamos nuestro grano de arena, si obramos a conciencia y sin falsos egoísmos, lograremos una situación educacional cada vez más grande y más firme, llegaremos a hacer de nuestro instituto una institución encaminada hacia el mañana para conquistar el justo premio a la constancia y esfuerzo mancomunado, cual es el logro de que el mismo sea trocado en una Escuela o Colegio oficial”.

PD: Por los que estuvieron, están y vendrán. En defensa de la educación pública como basamento de la justicia social.

Fuentes:
– Comisión de Fomento de Sunchales, 1949-1955.
– Diario La Opinión de Rafaela y Periódico Castellanos de Rafaela, 1948-1955.
– Escuela de Enseñanza Media N° 445 (1999): “Carlos Steigleder” 50 años.
– Garrapa, Mónica, Torassa, Leda y Riboldi, Edelweis (1986): “La Enseñanza Media y Superior en los cien años de Sunchales”, Municipalidad de Sunchales, Libro del Centenario.

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