(Por: Chela de Lamberti) – El invierno calmará sus rigores y ofrecerá templanza en los días que habrán de llegar. Aunque el termómetro muestre la inclemencia de un número bajo, habrá niños y jóvenes que se hallarán preparados para afrontar la tiranía y la insensibilidad de julio y agosto. ¿Y por qué estarán predispuestos y alistados para llevar adelante una batalla que se repite año tras año? Porque tendrán los abrigos suficientes para lograr la calidez, la protección contra las ráfagas impetuosas del viento o la escarcha de la helada con que será castigado el patio, la calle, todo lo que no tiene techo y queda a merced de la intemperie. Abrigos que se fueron diseñando y preparando para aplacar este invierno penetrante y doloroso.
En la Secretaría del Club Unión de Sunchales y como lo hace habitualmente, la Subcomisión de Damas entregó en la tarde del martes 5 de julio una gran variedad de tejidos y prendas de segunda mano, donadas para cumplir con sus objetivos anuales de mitigar la crueldad invernal. Cabe destacar la habilidad de tantas manos femeninas abocadas al arte de tejer, así como las motivaciones de la solidaridad y el compromiso social. La Cooperadora del Hospital “Almícar Gorosito” y la Casa del Niño “Rincón de sol” fueron receptoras de una cantidad ponderable y variada de prendas. Se sumaron “Cáritas Virgen de Pompeya” (Barrio Moreno), además del Centro de Salud del Barrio Colón, donde se entregaron ajuares para bebés y pañoletas que serán para el grupo “Sunchales por la Vida” (madres embarazadas).
Muchas manos, muchos ovillos, innumerables destellos de las agujas de tejer, elementos indispensables para diseñar y concluir una prenda de abrigo. Dirigiendo esas manos artesanas aparecen el compromiso, la colaboración, el conocimiento y la voluntad individual para dar cuerpo y forma a cada vestimenta de nuestros semejantes que no pueden hacer frente a tamaña imposición climática. «La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”, afirmaba Eduardo Galeano. Las tejedoras solidarias de Sunchales constituyen el soporte vital para llevar adelante esta misión anual de la Subcomisión de Damas Albiverdes. A esas tejedoras, toda la gratitud.
