Decir que el de anoche fue el mejor partido de Libertad es correcto, aún cuando en el resultado final, el fracaso haya vuelto a decir presente.
El 74 a 79 de los Tigres muestra que acumularon la cuarta derrota consecutiva en la Liga Nacional y la 12ª en lo que va de la competencia. Pero hasta los minutos finales, era el local el que imponía condiciones (73-68 con tres minutos por jugar).
Lamentablemente el cierre encontró a Quimsa con mayor efectividad, dando el golpe en el momento exacto para recuperarse del traspié entre semana frente a Instituto.
Esta vez, la defensa aurinegra tuvo una buena labor en líneas generales, controlando bastante a un equipo que tiene amplias variantes puesto que cuenta con un extenso plantel. Al mismo tiempo, hay buenos signos en el aro contrario, con un Battlee que avanza y crece como goleador (21) y con el acompañamiento de Torres (17) y Lugli (13).
El de anoche, es un partido que enciende una clara esperanza porque con algo de fortuna, la victoria hubiera quedado en manos del local. La continuidad de esta senda seguramente permitirá que rápidamente los Tigres salgan de esta incómoda situación en la cual muestran aún vacante el lugar de los triunfos.
