Era un partido sumamente importante para el futuro inmediato, ya que si Libertad superaba a Atenas, podía igualarlo e incluso alcanzar a otros equipos en la lucha por la permanencia. Sin embargo, pareció ser que no todos en el plantel aurinegro lo entendieron así y con la racha de lesionados que viene padeciendo hicieron un combo fatal que derivó en la derrota por 68 a 72.
Faltaban 40 segundos y los Tigres superaban al Griego cordobés por 68-66 y parecía que el triunfo estaba al alcance de la mano. Atrás había quedado un arranque impreciso (8-19), la recuperación posterior en el segundo cuarto para ponerse rápidamente a tono (con un parcial de 19-2 para pasar al frente 27-19).
Los dirigidos por el Turco Arduh volvieron a tener un gran momento en el tercer chico con otro parcial favorable de 15-0 pero como se dijo, los aurinegros se calzaron el overol y fueron descontando para llegar a ese cierre ajustado y favorable.
El corazón de Libertad estaba ya puesto en la cancha, las limitaciones en su plantilla (Phil Fayne y Francisco González lesionados con desgarro, Lugli sumó un solo entrenamiento en la semana, Battle pudo hacerlo solamente en dos y Lockett arrastra una fascitis plantar) terminaron haciendo mella ante un Atenas que se vio acorralado y apeló a su foráneo Moore para clavar un triple fatal que le permitió revertir el tanteador 68-69.
Si faltaba algo en esos 20 segundos finales, fue la pérdida por no reposición a tiempo, una falta infantil que le termina costando a Libertad la posibilidad de manejar la última ofensiva y cerrar el partido a su favor. Robinson y Spencer Lii redondearon la faena para los cordobeses que cerraron la noche con un triunfo que cotiza en bolsa.
