En un partido importantísimo para el futuro inmediato, Libertad no jugó bien, estuvo siempre enredado pero así y todo llegó a un final empardado con Argentino de Junín. La visita encestó el último ataque y se quedó con una victoria fundamental por 67 a 70.
No hay caso con este Libertad. No puede con su alma. Siempre le falta un detalle para poder quedarse con una alegría que sigue postergándose más allá de cuál sea el rival que tiene al frente. El partido de esta noche fue un calco de este complejo momento en donde lo anímico y mental termina siendo más pesado que lo netamente resultadístico.
Entre dos rivales directos en la lucha por la permanencia, se armó un partido pobre, de bajo goleo, en donde aquel que fuera más regular tendría chances de quedarse con el triunfo. Lo arrancó mejor el local, sacando una pequeña ventaja de tres puntos en los primeros diez minutos (19-16) pero rápidamente fue la visita la que reaccionó para dar el primer alerta de la noche, llevándose el segundo chico por una amplia diferencia (19-29) y marchando al descanso con cierta tranquilidad (38-45).
Apenas se inició el tercer tramo, pareció que la noche se oscurecía aún más puesto que Libertad fallaba y la visita amagaba con quebrar el juego de forma definitiva. Sin embargo, los de Saborido pusieron corazón por sobre juego y con el overol recuperaron terreno. Es más, pudieron sacar aún más rédito de haber estado finos en ataque ya que permitieron únicamente 8 puntos en ese tramo, encestando solamente unos magros 11. Así y todo, achicaron la brecha y de la mano de un intratable Augusto Alonso se metieron otra vez en partido (49-53) de cara a los últimos diez minutos.
En este último tramo pasó de todo. Primero Argentino volvió a escaparse (51-62) y cuando parecía que los Tigres no tenían con qué pelear, Fayne Li regresó al juego y con sus conversiones, el final cerrado tomó forma. Una milagrosa acción del foráneo igualó las cosas en 67 con 19 segundos en el tablero. El ataque de Argentino fue a todo o nada y se sacó la grande, logrando un doble y falta que obligó a los locales a un triple desesperado que nunca llegó. Fue una derrota dolorosa que pudo evitarse con algo más de claridad en un equipo al cual nada le está saliendo como lo planea más allá de jugar con el corazón en la mano cada partido.
