«Ariel: esperé hasta pasadas las 21.30 para ver si alguien se acordaba del doctor René Favaloro, no he visto nada en ningún medio escrito ni en la TV. Sólo Susana Gimenez (increíble ¿no?) le rindió un pequeño homenaje y Zulema Merino en nuestro canal. Ojalá mañana al ver tu página pueda leer un mensaje tuyo a quien mucho hizo por la medicina y obviamente por sus enfermos. Gracias por el espacio».
Esto lo escribió Raquel, una de nuestras lectoras, quien un día como hoy, hace ya ocho años, tomaba la drástica decisión de quitarse la vida para, con esa acción, dar un mensaje. Hijo de carpintero y modista, supo ser grande entre grandes, dejando mucho de sí para la sociedad y teniendo, en nuestra ciudad, desde hace un año exactamente (inaugurada el 30 de julio de 2007) su alegoría en la plazoleta que lleva su nombre.
Lamentablemente, tal como lo expresa Raquel, por aquí tampoco hemos sabido recordar a quien, por logros y entrega, no debería nunca dejar de ser ejemplo. No solo por ser argentino, sino por tener, en nuestra pequeña Sunchales, el privilegio de contar con un espacio que lo reconoce. Acciones que valen de ejemplo, ejemplos que merecen acciones. Gracias Raquel.
«Todos nos vamos a morir. No tengo miedo: me codeo con la muerte todos los días. Mi madre murió a los 91 años, mi padre a los 86; pero eso no quiere decir nada. A pesar de venir de una familia profundamente católica, creo que «Chau, bueno, se terminó para siempre». Por eso cada día hay que tratar de hacer lo mejor para uno, la familia y la sociedad. Lo que va a quedar es el recuerdo».
René Favaloro.
