(Por: Terra Deportes) – La china Li Na, cabeza de serie número 6 del torneo que ganó en 2011, cayó de manera bastante sorpresiva por 5-7, 6-3 y 6-2 ante la estadounidense Bethanie Mattek-Sands, este jueves en segunda ronda del Abierto de tenis de Francia en Roland Garros, y jugará con la argentina Paula Ormaechea.
La juvenil sudamericana, de 20 años, salida de las ‘cualis’, por su parte, venció por 6-4 y 7-6 (8/6) a la rusa nacionalizada kazaja Yaroslava Schvedova (N.27), y se enfrentará en la tercera instancia a la excéntrica jugadora norteamericana, de 28 años y N.67 de la WTA, quien luce una vestimenta más parecida a la de una futbolista que de tenista, y que en la jornada finalizó su partido ante la asiática bajo la lluvia.
«No lo puedo creer»
(Por: Olé) – Está feliz. No es para menos. En el próximo ranking, Paula estará dentro de las mejores 90 jugadoras de la WTA. Llegó desde la humilde qualy y ahora ya está en tercera ronda de Roland Garros. Se sienta en la conferencia de prensa exultante, feliz tras su victoria ante la kasaja Yaroslava Schvedova, número 27 del mundo. «¡Estoy muy contenta! Obviamente, para mí es importante dar pasos en torneos como éste. ¡No me lo puedo creer! Pero tengo que seguir enfocada y jugar así», arrancó la nacida en Sunchales.
«Espero que en el futuro esto de estar en tercera ronda sea algo normal, pero ahora esto me pone muy contenta», dijo la argentina, que está sin entrenador desde febrero, cuando llegó a la final en Bogotá.
«No es fácil la situación que tengo en este momento», contó. Además, habló sobre lo que significa económicamente para ella estar en estas instancias y comenzar a llevarse algún dinero para saldar deudas e ir financiando sus próximos torneos.
«Juego porque me gusta. Tengo la suerte de tener sponsor desde chica. Pero también tengo deudas y me gustaría empezar a pagarlas. No pienso en el dinero, no es lo que me interesa, pero es necesario para poder jugar», agregó.
Y, por último, confesó qué sería de ella de no haberse cruzado con la raqueta: «Me gusta la vida del tenista, pese a haber pasado muchas cosas, pero quiero seguir adelante, nunca pensé en dejar. Si no hubiera sido tenista, quizás fuera atleta, tal vez velocista».
