En una situación de compleja explicación, la ciudad sostiene una importante deuda con quien fuera uno de los atletas sunchalenses más destacados de la historia, con logros individuales que siguen siendo reconocidos a nivel nacional.
Se cumplen hoy ocho años de la desaparición física de Walter Lemos y más allá de que en el transcurso del año pasado, el Concejo otorgó la posibilidad de imponer su nombre a un espacio verde de la ciudad, esto aún no se concreta y el maratonista, quien tuvo incluso la chance de clasificar a los Juegos Olímpicos de Melbourne en 1956, con tiempos de velocista que lo situaban entre los mejores del mundo, no es reconocido como merece.
Lemos nació en Sunchales el 23 de abril de 1930, residiendo en barrio 9 de Julio. Sin proponérselo, puesto que su deseo no estaba relacionado con las disciplinas atléticas, a los 20 años se había erigido en protagonista en la mayoría de las pruebas de la región, incluso dando la sorpresa de superar a deportistas consagrados.
El sunchalense brilló en la década del 50. Saltó a la fama al ganar en 1954 el popular “Maratón de los Barrios”, organizado por la revista semanal El Gráfico por las calles de la ciudad de Buenos Aires. Para Lemos, imponerse en la carrera de calle el 20 de julio de 1955 entre el Obelisco y la Residencia Presidencial de Olivos fue alcanzar la gloria pero al mismo tiempo, esto marcaría el comienzo del “calvario” deportivo, a partir del accionar político de la Revolución Libertadora que le privó de participar de las Olimpíadas de Melbourne, donde casi con seguridad hubiera peleado palmo a palmo la presea dorada.
