Luego de varios años de indefinición y con las obras prácticamente paralizadas en el último tiempo, hoy el Concejo aprobó la concesión del servicio de energía eléctrica a la Cooperativa de Tacural. De esta forma, se resuelve uno de los principales inconvenientes, aunque aún restan otras situaciones por resolver, con necesidades de inversión sensiblemente menores, las cuales también estarían encontrando prontos caminos de solución.
Sin lugar a dudas, que los tenedores de los lotes, algunos de los cuales hace ya años que terminaron de pagarse, eran los que mayor expectativa tenían con la sesión de esta mañana. La posibilidad de resolver lo relacionado con la energía eléctrica y una obra asumida por el Ejecutivo anterior pero imposible de concretar en la actualidad por la gran inversión, permite estar un paso más cerca del sueño.
Cuando fue presentado en 2019, el Sunchalote pareció ser la solución al acceso a tierra y vivienda de cientos de familias. El desarrollo urbanístico e inmobiliario público más importante de la historia sunchalense recibió un respaldo de la Nación para obras de infraestructura. No obstante, luego de los correspondientes sorteos -algunos llamativamente rápidos y coincidentes con procesos electorales- todo empezó a dilatarse para ingresar en un tramo de incertidumbre total.
En su alocución de hoy, el edil Juan Astor ser refirió a obras cobradas pero no ejecutadas y la pesada herencia de la gestión anterior. «Fueron siete etapas, siendo estos lotes un derecho a acceder a la vivienda y que al día de la fecha siguen haciéndose arduas gestiones para poder demarcar y crear catastralmente estos lotes para la construcción de viviendas y que las familias adjudicatarias puedan acceder a este derecho», comentó.
Luego hizo una referencia histórica acerca de cómo se fue concretando el especie, que suma más de 300 adjudicatarios, varios de los cuales terminaron hace tiempo de cancelar los terrenos. No obstante, entre obras pendientes y habilitaciones, todo representó un importante desafío a encarar por las nuevas autoridades. En este tramo, repasó los compromisos asumidos por la anterior gestión pero que no pudieron resolverse en tiempo y forma.
«Un cúmulo de situaciones de orden económico y administrativo, dejó al Municipio con un pasivo monstruoso, imposible de financiar», agregó, citando el dictamen de la secretaría de Hacienda y Finanzas desde donde se informó que el Municipio carga con un pasivo de infraestructura estimado en dos mil millones de pesos, enumerando: cuadras de pavimento pagado y no construido, cloacas, cuadras de cordón cuneta y viviendas del Plan de Ahorro, otras.
Astor fue el único orador de este proyecto. Fueron 15 minutos de lectura de su pantalla de computadora, lapso en el cual, llamativamente ni él ni otro de los concejales presentes hizo referencia alguna al informe «de Auditoría» realizado meses atrás, cuya situación actual es públicamente desconocida. Hasta el momento, oficialmente, no ha trascendido qué se hizo con dicha información relevada por parte del estudio local ni cuál es el camino a seguir o que se está transitado.
Agua y cloacas, otros pendientes en marcha
Por otra parte, el Municipio informó que en la primera semana de diciembre comenzarían las obras de cloacas pendientes, que estarán a cargo de la empresa Romano, adjudicataria de la misma. Además, se trabaja en la posibilidad de que la Cooperativa de Agua Potable Sunchales lleve adelante la instalación de 500 metros de red de agua, lo que permitiría completar el servicio y abastecer a todo el loteo.

