El equipo de Rosario hilvanó su undécima victoria consecutiva a expensas del invicto Albiverde en «La Fortaleza del Bicho», que no resistió y cedió en los últimos 10 minutos para caer 73-90 y resignar la chance de acercarse a lo más alto de la tabla de posiciones.
Se sabía antes de empezar el partido que los diez cotejos ganados de forma continua por parte de la visita lejos estaban de ser fruto de la casualidad. Tampoco lo era el invicto de local que ostentaba en la temporada el equipo de Unión. Uno iba a cortar la racha y éste sería el que hiciera mejor las cosas.
Arrancaron mejor los rosarinos, imponiendo un alto goleo (21-29). Los siguientes veinte minutos, el Bicho Verde controló al elenco visitante, le bajó el goleo y con mucha dificultad pudo a la vez recortar parte de la diferencia.
Apenas iniciado el tramo final, apareció una luz de esperanza para los dirigidos por Martín Méndez que se pusieron a un triple (55-58). Sin embargo, ahí comenzó el martirio para la defensa local ya que se encendió Atalaya y castigó de todo lugar, combinando corridas, lanzamientos a pie firme y desplegando todo su repertorio ofensivo para estampar un 20-3 que los distanció (58-78) más allá de las posibilidades de pelea del Bicho Verde.
Los juveniles hicieron su ingreso a la cancha puesto que además de restar unos cuatro minutos, el desempeño de ambos planteles era totalmente diferente y quedaba en claro que era la noche de Atalaya que se encaminaba a un nuevo triunfo. La placa final marca 73-90 y expone las dificultades defensivas y ofensivas que tuvo Unión.
