Cuando se realizan actividades al aire libre es muy importante protegerse de la radiación solar, aún en días nublados. Los dos riesgos principales de la exposición solar son: las quemaduras solares (inmediato) y el cáncer de piel (a largo plazo).
Los recién nacidos y niños pequeños no deben exponerse al sol independientemente del tipo de piel.
Existen muchos productos que protegen del sol y que se clasifican como protectores o bloqueadores según las sustancias que contienen. La potencia de la protección contra las quemaduras solares se calcula en términos de Factor de Protección Solar o FPS. Una protección con FPS 15 bloquea aproximadamente el 93% de la radiación ultravioleta, y una con FPS 30 bloquea el 96%.
La loción debe aplicarse 15 a 30 minutos antes de la exposición y puede ser aplicada nuevamente 15 a 30 minutos después de iniciar la exposición, y se debe renovar cada dos horas, o bien después de lavarse, nadar o en el caso de transpiración profusa.
El dermatólogo debe indicar cuál es el factor de protección adecuado de acuerdo con el tipo de piel y los antecedentes del individuo.
Si presentan fiebre se debe consultar inmediatamente al médico.