En cuanto al juego en sí, el equipo de nuestra ciudad llegaba a esta última Fecha, sabiendo que dependía pura y exclusivamente de si mismo, debía ganar para tener la chance de jugar una Promoción para mantener la categoría.
Esa exigencia le pesó en demasía y no pudo fomentar absolutamente nada en cuanto a la propuesta del juego, es por ello que decididamente en el primer tiempo jugó muy mal.
En el complemento, el técnico Isabella intentó tener mayor volumen de juego desde el medio hacia arriba, pero siempre chocó con un sistema defensivo sumamente ordenado por parte de su rival.
Un rival que se defendió bien y que contragolpeó mucho mejor, a tal punto que en apenas 19’ con dos llegadas profundas de Perillo ganaba 2 a 0, y comprometía en demasía a Unión que estaba desacomodado desde el medio hacia atrás.
El partido se hizo rápido y de ida y vuelta. Mientras que Unión sabía que Alumni estaba ganando y perdía la categoría, algo que evidenciaba en su desarrollo a un equipo desesperado y a otro más tranquilo y sumamente ordenado.
La generosidad del árbitro Mazón, de buen trabajo, le dio cinco minutos más de vida, pero el pitazo final selló el resultado 3 a 2 para los salteños, quienes supieron jugar ante la desesperación de su rival, es por ello que se quedaron con el triunfo.
Desazón, tristeza, impotencia, de simpatizantes, jugadores y dirigentes que debieron soportar sin dudas el momento más triste de esta linda historia que comenzó allá por el año 2003 en San Juan y terminó hoy domingo en su casa.
Habrá sin dudas tiempo de sobra para hacer un análisis profundo de “los cómo y los porqué”, pero ahora y aún en caliente se puede decir que Unión perdió la categoría, porque tuvo una pésima Temporada con errores compartidos, entre algunos jugadores, cuerpo técnico y dirigentes.
Por ahora, ya no hay mañana, las lágrimas de quienes están verdaderamente identificados con Unión, humedecieron las manos que se quedaron vacías.
