Así fue como arrancó la tarde, con tanto de Rinaudo, que apenas transcurridos una docena de minutos del partido, lo adelantaba al local en el «Plácido Tita».
Sin embargo, lejos de cerrar el desarrollo y ajustar el andar, lo del local volvió a ser bastante limitado y terminó viendo cómo crecía el rival, que se fue olvidando de la transitoria ubicación en la Tabla y se adelantó en el terreno.
El resumen del encuentro bien puede ser el representado en el momento de la igualdad, con un equipo que intentó resistir esa mínima diferencia y otro que prosiguió buscando, esforzándose y terminó encontrando el justo merecimiento nada menos que a los 90 minutos de partido, por intermedio de Benítez.
Como corolario, queda el festejo de los cordobeses, que se retiraron más que satisfechos con la suma de una unidad, y la desazón local -otra más- de un nuevo fin de semana sin poder ganar pero por sobre todas las cosas, sin poder plasmar el juego que supo caracterizarlo y lo llevó a ser protagonista de este tipo de certámenes.
