Autorizan subas de hasta 5% en lácteos de La Serenísima y SanCor

(Por: Clarín) – Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y su esposa, las principales usinas lácteas del país estuvieron en aprietos. Tanto SanCor como Mastellone (dueños de La Serenísima) evaluaron buscar socios, atosigadas por problemas financieros, de los que sólo salieron con asistencia oficial.

Ahora ambas empresas vienen aumentando el precio que le pagan a los tamberos por el litro de leche (pasó de $ 0,80 a $ 1,20/$ 1,30) y, por ende, lo están trasladando a los consumidores.

Desde ayer, la Secretaría de Comercio Interior autorizó a Mastellone Hermanos a incrementar los precios en casi toda su línea de productos en un 5%, mientras que a SanCor le dieron luz verde para subirlos un 4%. Aunque las lácteas no quieren hablar del tema porque les genera problemas «políticos», Clarín pudo reconstruir cómo serán los aumentos, que ya están siendo aplicados por supermercados, almacenes y autoservicios.

Moreno divide los productos de consumo masivo en tres categorías: básicos, selectivos y premium. En el primer renglón, anota uno por cada familia de productos (el sachet de litro de leche entera de La Serenísima, el dulce de leche de 500 gramos de la misma marca, el pan de manteca de 200 gramos, la crema de leche de 250 gramos y sus equivalentes en SanCor). Allí, Moreno ya aprobó que Mastellone subiera un 4% y le prometió otro 3% para mediados de año. En el caso de SanCor, ya aplicó un 2% y ahora tiene el paso abierto para otro 2% adicional. Para ambas, el incremento anual será del 7%.

En selectivos, el asunto es distinto. En este rubro entran casi todas las líneas de lácteos que no sean «básicos», como las leches larga vida, descremadas, fortificadas o con hierro, otras presentaciones de dulce de leche (repostero, tipo colonial) o de panes de manteca (de 100 gramos o light). Mastellone ya los aumentó en un 9% y ahora los elevará otro 5%, lo que da un 14% anual. Para SanCor, el nuevo de permiso de Moreno es del 4%, que se agrega al 4% que aplicó en el verano. Hasta ahora es un 8%, pero como ambas lácteas suelen estar parejas, se cree que terminará por el 14%.

En quesos es donde más talla la categoría «premium», donde el Gobierno no tiene problemas con aumentos de hasta 19%, porque los supone para el público de mayor poder adquisitivo, que puede pagarlos. Mastellone tiene allí queso en hebras o feteados al vacío, donde ya incrementó un 15%, mientras que SanCor va por el 12% en productos similares.

Aunque las lácteas tienen facturaciones enormes ($ 3.300 millones por año), sus rentabilidad es del 2% a 2,5%.

«Las variedades de los quesos son las que más confunden», admiten a regañadientes en las lácteas. «Hay una variedad de semiduro (el pategras), que está dentro de la canasta básica del Indice de Precios al Consumidor (IPC). Pero el resto -reggianito (o rayado) cremón, mozzarella, dambo o tybo son los que más se ven en las heladeras de los súper- están considerados como selectivos (aumento del 8% al 14%)», observan. Para quienes les gusta el parmesano o gouda, entre los sofisticados, esos productos cuestan casi un 20% más que hace un año.

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