Casi una entrega voluntaria

En las primeras horas de la madrugada del domingo, personal de guardia de la comisaría de nuestra ciudad recepcionó una denuncia, formulada por parte de Raúl Emilio Filipi, propietario de un comercio de artesanías. En la misma, se daba cuenta de haber notado la presencia de una persona sospechosa merodeando el local comercial así como también, detectado la rotura de vidrios.

También mencionó que en la parte posterior del inmueble se observaban manchas de sangre, infiriendo que las mismas podrían haber sido consecuencia de la rotura de los vidrios de la puerta.

Casi al mismo tiempo, a unos pocos metros del lugar, se recibió una persona, residente en nuestra ciudad, que presentaba heridas cortantes en una de sus manos. Mientras era atendida por la guardia del nosocomio, se alertó a la Policía sobre el particular vía telefónica.

Al registrarse esta última situación, agentes policiales se trasladaron los metros que separan uno de otro lugar y comprobaron que el individuo en cuestión era quien había protagonizado lo que se describe con antelación. Como consecuencia de la evidencia, se procedió a la atención de esta persona.

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