Con el respaldo de cinco de los seis ediles (con la lógica abstención de Ghiano), sobre el final de la pasada semana se elevó al Ministerio Público de la Acusación una denuncia en contra del Intendente Gonzalo Toselli y su gestión, alcanzando también a la anterior de Ezequiel Bolatti. Todo se resume en la urgente necesidad de contar con datos fehacientes acerca de la treintena de reclamos administrativos presentados por la Provincia y la resolución o no de los mismos. La falta de información oficial y respuestas válidas desde el Ejecutivo, colmó la paciencia de los concejales quienes dispusieron que sea la Justicia la que establezca las medidas necesarias con personal calificado y de esta manera se llegue finalmente a una respuesta concreta.
Si bien se trata de una medida que impacta, no es más que el corolario de demasiados meses de paciencia. Con seguridad, si no se tratara de un año electoral, los ediles hubieran recurrido antes a esta alternativa, tras haber sufrido los más inverosímiles destratos en todo el proceso: desde notas que aludían a situaciones no definidas, plazos antojadizos y respuestas limitadas, hasta el cúlmine de no acudir el Intendente a una convocatoria formal.
Todas estas instancias -de haberse tomado con seriedad- hubieran derivado en información precisa y de primera mano. Precisamente la opacidad que ha caracterizado a la gestión que termina y será difícil encontrar antecedentes de tan fervoroso manejo (incluyendo la no aplicación de múltiples Ordenanzas, la no respuesta de decenas de Minutas, etc.) se sostuvo en un tema que fue detectado por el propio Concejo.
La presentación judicial ante el MPA se hizo el jueves pasado, mientras un puñado de sunchalenses celebraban el 137º aniversario de la ciudad. La propia Presidente del Concejo, Carolina Giusti, explicó en la Sesión Extraordinaria de hoy como única oradora que «llegamos a este estado de cosas porque desde febrero o marzo empezamos a indagar sobre el estado de rendición de cuentas de esta Municipalidad ante organismos provinciales y no pudimos acceder a información precisa» ni tampoco han sido sólidos los fundamentos esgrimidos en las reuniones de comisión.
«No llegamos caprichosamente a esta situación», agregó luego para repasar parte de lo acontecido en estos meses. En este tiempo, desde el Municipio se ofrecieron declaraciones verbales, pero nunca respaldo escrito y «en la poca documentación a la que hemos podido acceder, encontramos inconsistencias».
Hubo además, en su discurso, dos claras definiciones: «Se me terminaron las herramientas» fue la primera, aludiendo a los vanos intentos de llegar a un buen destino; «Nos agotamos de hacer pedidos rozando la espiritualidad: esperamos, deseamos, tenemos esperanzas de que nos respondan… lo holístico no nos suma sino que tenemos que tener la documentación para ejercer nuestro deber de control», fue la segunda.
Además anticipó que «entiendo que los funcionarios actuales o los anteriores puedan sentirse enojados pero tenemos que actuar con responsabilidad, como sunchalenses. Tenemos que tener en claro que los políticos, los funcionarios pasamos, atravesamos Concejos, Intendencias y diversas áreas y la gente queda, queda con sus necesidades, con sus recursos recortados…».
Finalmente, refirió que «había definiciones del Gobierno Provincial que condenaban al Municipio a devolver los aportes y hasta el día de hoy, 23 de Octubre, éste Concejo no recibió una sola constancia de que esos juicios de cuentas o los apremios, hayan llegado a su fin, de que este Municipio haya sido exonerado o perdonado de devolver el dinero».
«Si las presentaciones se hicieron, si las cosas van por buen camino, bienvenido sea. Pero a la falta de información le debemos sumar muchas cosas que no podemos olvidarnos… que las Auditorías de hace muchos años fueron presentadas hace muy poco… Lo único que debemos agradecer es que la ciudad sigue en pie. Los concejales, legislamos a ciegas porque no tenemos información», concluyó.
El alcance a Bolatti
La presentación efectuada, también alcanza al ex intendente Ezequiel Bolatti. No obstante, a priori, tendría una menor carga puesto que le corresponden solo un par de expedientes, con diferencias mínimas en cuanto a valores de rendición.
Además desde el primer momento, él presentó una postura diferente, acudiendo por propia voluntad a las reuniones de Comisión y ofreciendo detalles, aunque no las pruebas físicas ya que éstas deberán ser requeridas por las instancias intervinientes. No obstante, no deja de contrastar el punto sobre el cual se ha instalado, de plena colaboración.
