El Municipio recomienda el uso de barbijos caseros a partir del lunes

(Foto ilustrativa – Diego Rosso).

Tal como había sido anticipado en la semana por el propio Intendente Gonzalo Toselli, el Municipio avanza un paso más en las medidas preventivas relacionadas a evitar la presencia de Covid-19 en la ciudad. Desde el lunes se pone en marcha la campaña «Barbijo Sí», a través de la cual se recomienda que quienes se encuentren en la vía pública, lo hagan dotados de este dispositivo.

Más adelante, la recomendación pasará a ser obligación. Mientras tanto, se busca que toda la población pueda hacerse sus propios barbijos caseros puesto que se trata de reservar la mayor cantidad posible para el uso de profesionales de la salud y personas afectadas a diferentes atenciones dentro de la pandemia que estamos atravesando.

En declaraciones radiales, el mandatario sostuvo que la medida se adoptó en consonancia con las recomendaciones recibidas por parte de los asesores en salud que integran el Comité de Emergencia Sunchales, quienes a su vez se respaldaron en las sugerencias del Conicet.

Respecto del uso de barbijo, si bien se sabe que hay posturas diferentes acerca de su disposición en comunidades en donde no se registran casos positivos, llamó la atención las declaraciones realizadas por Roberto Vitaloni, el coordinador epidemiológico de la Región Salud, quien mostró respeto por las medidas de otras poblaciones pero argumentó negativamente su utilización en Rafaela, siendo que allí hay un par de decenas de casos confirmados.

A continuación, repasamos la información difundida a través de la cuenta oficial de Facebook del Municipio:

Fuera de tu casa | “Barbijo sí”
La pandemia Covid-19 cambió nuestra forma de vida, nuestros hábitos y costumbres, nuestras rutinas. En las últimas semanas, te pedimos sacrificio, compromiso, responsabilidad y paciencia, te repetimos hasta el cansancio: “quedate en casa”, porque estamos convencidos que es la forma de cuidarte y de cuidarnos.

De a poco, se reanudan actividades y eso trae más circulación en las calles, a pesar de ello seguimos pidiéndote que te quedes en tu casa y que sólo salgas a hacer compras indispensables. Pero para esto te volvemos a pedir un favor, ahora, cada vez que salgas de tu casa, te decimos: “Barbijo Sí”.

Barbijo sí, porque es una barrera real para disminuir la carga viral, para contrarrestar esas micro gotas casi invisibles que se despliegan al hablar, al toser y que son capaces de contagiar. Barbijo sí, porque países que aplicaron esta medida son los que hoy tienen menor porcentaje de contagio y mortalidad. Barbijo sí, porque el Conicet y el Gobierno de la Nación nos recomiendan usarlo. Barbijo sí, porque te proteges y nos proteges a todos.

¿Qué barbijo podemos usar?
Toda persona que no sea profesional de la salud debe usar los barbijos caseros o “tapabocas”. Es fundamental que los barbijos quirúrgicos o N 95 sean de uso exclusivo para el personal de todas las entidades de salud de nuestra ciudad. De esta manera, las trabajadoras y trabajadores de la salud, que se expondrán en primera persona ante el virus para cuidarnos a todos, tendrán los insumos necesarios y no los habremos desabastecidos.

¿Cuáles son las ventajas del barbijo casero?
Es lavable y reutilizable. Con sólo cambiar la servilleta y/o papel a lo largo del día y lavar la tela con la que lo hagamos, ya está listo para ser usado de nuevo.

Es muy importante que sigamos aplicando el resto de las medidas preventivas: distanciamiento mínimo de un metro entre personas, higienización constante de manos, no tocarse ojos, boca y nariz.

¿Hay alguna forma especial para lavarlos?
Simplemente tirás la servilleta que usaste durante el día y lavas la tela con agua caliente y jabón o lo metes en el lavarropas.

¿Cómo hacemos un barbijo casero en casa?
Dos alternativas: con costura o sin coser

> Con costura:
Primero, tenemos que buscar estos materiales: dos rectángulos de tela de algodón de 26×16 cm., dos piezas elásticas de 15 cm. (gomas, cuerdas, tiras de tela o cintas para el cabello), aguja e hilo, tijeras.

– Recortamos dos rectángulos de tela de algodón de 26 x 16 cm. Usamos tela con entramado compacto (ej. sabanas de algodón). La tela de una remera puede funcionar Apilamos los dos rectángulos; cosemos la máscara como si fuera una sola pieza.
– Doblamos sobre los lados largos, 1 cm y hacemos el dobladillo. Luego doblamos la doble capa de tela sobre 1,5 cm a lo largo de los lados cortos y cosemos hacia abajo.
Pasamos una longitud de 16 cm de elástico fino a través del dobladillo más ancho a cada lado de la máscara. Estos elásticos serán los porta orejas. Usamos una aguja grande para pasarlo. Atamos bien los extremos. Si no tenemos elástico podemos usar cintas para el pelo o cintas elásticas para la cabeza. Si solo tenemos una soga, podemos hacer los lazos más largos y atar la máscara detrás de la cabeza.
– Tiramos suavemente el elástico para que los nudos estén metidos dentro del dobladillo. Juntamos los lados de la máscara en el elástico y ajustamos al rostro. Luego, cosemos con seguridad el elástico en su lugar para evitar que se deslice.

> Sin coser:
– Cortar un retazo de tela de algodón de 60 x 30 cm (lavado/ desinfectado con agua y lavandina en una proporción de 70% y30% respectivamente) puede ser de una remera, sábanas o un pañuelo, etc.
– Extender sobre la mesa en forma vertical (no apaisada) y colocar en el centro una servilleta de papel.
– Doblar la mitad inferior de la tela sobre la servilleta hacia el centro (hasta la mitad aproximadamente). Hacer lo mismo con la parte superior de la tela, de forma que se una los extremos y quede la servilleta totalmente cubierta.
– Repetir el doblado una vez más (del mismo modo que se hizo el doblado anterior- De arriba hacia el centro y de abajo hacia el centro). Se obtuvo un rectángulo (ahora en disposición apaisada).
– Enhebrar/ ensartar una bandita elástica (o colita del cabello) en cada uno de los dos extremos del paño, dejando un sobrante) de unos 5 cm por fuera de cada una (queda una especie de «caramelo»)
– Doblar hacia el centro los sobrantes de la tela (los que quedaron de la bandita hacia afuera, dando forma al «caramelo», de modo que las banditas puedan tirarse hacia afuera como dos ojales que sobresalgan del paño
– Apoyar el paño al centro de la cara (cubriendo nariz y boca) y pasar/enganchar las banditas (dispuestas como ojales en cada lateral) por cada una de las orejas para sostener el «barbijo».
– Luego de su uso durante el día, se abre, se retira la servilleta y se tira. La tela se lava con agua caliente y jabón.

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