Con una impronta particular y el crecimiento sostenido en lo que fue la segunda edición del Festival Nacional de Teatro recientemente realizado, la convocatoria resultó un éxito por varios motivos: creció en cuanto a jornadas, también en obras presentadas, en elencos y provincias participantes y a la vez, sostuvo el acompañamiento del público sunchalense.
Todos estos son argumentos más que valederos para no solamente pensar en una continuidad sino que la misma pasa a ser una cita obligada para el 2026. No obstante, no todo termina allí puesto que sigue sosteniéndose el impulso con una cartelera renovada que permitirá a los sunchalenses seguir disfrutando de puestas en escena en los próximos días con la representación de «Desencontrados» y otras iniciativas que asoman.



Las obras presentadas en el Festival, demostraron nuevamente que la ciudad está ávida de espectáculos de variadas características. La continuidad de las mismas permitió que en una misma noche, se pudiera disfrutar de comedias y minutos más tarde, reflexionar con dramas que invitaron a la reflexión.
Además, los contextos en los cuales se desarrollaron hicieron que gente de la región pudiera conocer espacios sunchalenses. La renovada Casa de la Historia y la Cultura ofrece una faceta ideal pero a pocos metros, las ex cocheras Rotania demostraron haber sido muy bien elegidas para que los ceresinos se lucieran con su «Rotos de amor». Las tribunas reconfiguraron el espacio y permitieron una masiva concurrencia.
Lamentablemente, por las malas condiciones climáticas no se pudo disfrutar de la obra de títeres de Cartucho, con la cual, en plena calle, iba a dictaminarse el cierre del Festival. Sin embargo, el ofrecer nada menos que «La lección de anatomía», compensó notablemente este déficit ajeno a la organización.



Otro punto sobresaliente de la propuesta que desarrolla Maquinarte es que no se cierran en lo teatral sino que también se apuesta a la mejora y perfeccionamiento. Esto se evidenció a través de las charlas que se ofrecieron por parte de destacados visitantes.
Finalmente, la impronta del Fiorito ya no organizador sino realizador y director, quedó plasmada en otras obras que se disfrutaron y reflejaron lo que este año ha sido una recorrida en la zona, impulsando grupos de teatro en la región.

