Tal como había ocurrido en el arranque de la competencia con Libertad en aquella ocasión haciendo las veces de local en Santa Fe, otra vez el Tigre estuvo muy cerca de superar al tricampeón San Lorenzo. Fue derrota 84-79 con un final polémico que pudo haber tenido otro desenlace.
Lo cierto es que este aurinegro, diezmado por las lesiones, jugó ante el mejor equipo de la competencia de igual a igual, supliendo bajas con amor propio y entrega, luciendo concentrados en todo momento y haciendo lo que mejor le sale que es jugar al básquet conociendo sus limitaciones pero potenciando sus virtudes.
Fue así como sorprendió al Cuervo con un 13-26 de arranque que obligó al ex entrenador de Libertad, Gonzalo García a replantear el partido. Sucede que los de Saborido imponían condiciones y ritmo de juego. Claro está, la reacción del local llegó de inmediato para firmar un 21-13 que acomodó las cosas, aún cuando en la lucha por los rebotes, el aurinegro tomó 18 en ataque.
En el complemento, fue un cotejo de igual a igual, en el cual San Lorenzo rotaba el banco, disponía de extranjeros y alternativas por doquier, mientras que por el lado de Libertad, los titulares sumaban muchos minutos puesto que son varias las ausencias. No obstante, esto no impidió que se llegara a un final cerrado, parejo, en donde a falta de 21 segundos, Caffaro encestó un triple que igualaba el partido en 82 pero los árbitros cobraron falta en ataque, bajando la persiana puesto que ya no había tiempo para más.
Así se cerró el partido, con triunfo local por 84-79 pero una muy buena sensación por el lado de Libertad, que jugó uno de sus mejores partidos y que hizo transpirar sobremanera al múltiple campeón, dejando la sensación de que otra vez estuvo muy cerca de quedarse con una resonante victoria.
