El cuarto inicial fue parejo como se pensaba, con dos equipos que buscaban el triunfo: uno para quedar segundo a un punto, esperando por un traspié del puntero para nivelar su línea; otro para acceder al quinto lugar y permanecer expectante. Quimsa y Libertad mano a mano, de eso se trataba y quedó plasmado en el rectángulo desde el arranque mismo.
En el segundo cuarto, Amicucchi se cargó el equipo al hombro y con una ráfaga puso la máxima difreencia de 29-22, apretando luego en la defensa hasta que apareció el «Chino» Benítez quien, triple mediante, retocó la distancia. De todas formas, los problemas más urgentes de los aurinegros pasaban por el control de las segundas opciones, donde los locales llevaban ya 8 rebotes ofensivos, mientras que Libertad tenía solamente 7 defensivos.
En los Tigres se hacía más grande que nunca la figura de Battle, quien no solamente convertía en ataque, con 11 puntos, sino que imponía respeto con tres tapas casi consecutivas y ocho rebotes. Así las cosas, mientras parecía que Quimsa estaba mejor en el juego, esto no se reflejaba en el resultado (que promediando el cuarto era de 35-32), apareciendo Cavaco para igualar desde los 6.25.
No obstante, a segundos del cierre, primero un técnico a Benítez por un claro foul no cobrado y luego una falta, le dieron a los de Richiotti una pequeña ventaja (43-38) desde la línea de libres. Al regresar del complemento, Mázzaro entró con todo y mediante dos bombas puso la máxima distancia de 53-44, en un partido que poco a poco iba calentándose y mucho tenían que ver las protestas continuas del público.
El tercer parcial fue fatal para los Tigres a los cuales nada les salió bien. No pudieron dominar su tablero (algo ya tradicional en el juego), mucho menos el de Quimsa, aunque tampoco lo acompañaron las pérdidas ya que sumó cinco (tenía cuatro en todo el partido) ni los porcentajes de campo ya que erró muchísimo. Parecía cada vez más atado ya que de 20, pasó a hacer 18 puntos en el segundo y 16 en el tercero.
Los 16 puntos de distancia entre ambos (69-54) junto con la pérdida infantil de Müller hacía avizorar un cuarto para el sufrimiento. Sin embargo rápidamente se evidenció una gran defensa que permitió, en cuatro minutos, poner un parcial de 7-1 para poner las cosas 70-61 y dejar un final abierto.
Con cuatro pérdidas en el último cuarto para Quimsa se seguía abriendo el camino defensivo, junto con un triple de Alba para el parcial de 10-1. Lamentablemente, los fallos arbitrales terminaban siempre con favorecimientos al mismo equipo. El cuarto se iba y la defensa visitante seguía siendo la estrella: a 3 minutos, Quimsa seguía sin marcar tiros de campo, teniendo solamente 4 libres en su haber. Pero sobre el cierre apareció en cuenta gotas algo de efectividad para el local que le terminó dando la distancia necesaria para quedarse con el juego.
