A partir de la implementación de su Gabinete «disruptivo», Gonzalo Toselli le ha dado un particular perfil a su gestión. La misma estará representada por únicamente dos Secretarías, ambas comandadas por Profesores de Educación Física. Por una parte, estará Marilina Grande, quien viene escalando posiciones en la administración pública local, mientras que a su lado, como único referente de similar jerarquía encontrará a Omar Martínez, hasta hace horas Diputado Provincial y ahora responsable del accionar político de la gestión sunchalense.
Para muchos, esto no deja de ser una mera curiosidad, aunque hay también quienes ven algo más profundo e incluso, atribuyéndole atisbos de preocupante: la falta de participación de funcionarios especializados en diferentes áreas de la administración local.
Conformar el núcleo más cercano de colaboradores nunca ha sido una tarea sencilla para Toselli, quien debió recurrir más de una vez a las filas del «Ateneo Hipólito Yrigoyen» para encontrar reemplazos, quienes a su vez en algunos casos terminaron reemplazando a otros funcionarios.
Incluso esta vez, lo que pareció ser un hecho trascendente y de gran madurez como lo fue el anticipar no solamente la diagramación del Gabinete sino los nombres de sus integrantes, terminó siendo un arma de doble filo para Toselli. No pasaron más que un par de semanas y las modificaciones en las segundas líneas se fueron sucediendo como una suerte de dominó.
El nuevo mandato de Toselli llega con desafíos renovados y con la obligación de comenzar rápidamente a mostrar respuestas, toda vez que la comunidad lo ve como una continuidad ya que en la práctica es lo que representa este acto en donde él mismo se entregó la gestión para proseguir por los siguientes cuatro años. Los procesos novedosos deberán ser refrendados en el día a día con acciones concretas que permitan a la comunidad asir un concepto del cual pareciera no haberse enterado el grueso de la ciudad.
