A nuestros maestros sunchalenses

Primera fila de izquierda a derecha: Srta. Sara Cardozo, Srta. Elisa Peralta, Sra. Rosa K. de Sabatté, Srta. Margarita Mac Rac y Srta. María Rivero. Segunda fila de izquierda a derecha: Sr. Daniel García, Sr. Pedro Sabatté (Director) y Sr. Santiago Bonaudi.

(Por: María José Beccaria) – La historia de la educación argentina tiene varias etapas hasta llegar al presente. Desde una educación católica y para algunos privilegiados, hasta la educación pública, gratuita y laica de estos tiempos. Cambios de leyes, decretos, funciones, reglas y, sobre todo, prestigio, es la base de los maestros y maestras que en el día de hoy cargan en sus hombros la tarea de educar a las próximas generaciones, en medio de una sociedad caótica y demandante en ocasiones, cambiando los roles y reglas entre familia y escuela.

En Sunchales, la historia de la educación fue variando tras sus tres colonizaciones, ya que en los tiempos del Fuerte no hay registros de una escolaridad, solamente la mención de la construcción de unas de las pocas capillas que existieron en esa época en los fortines que cumplían una función de protección, más que educativa.

No es de extrañar que la historia que conocemos de nuestra localidad fuera investigada, escrita y publicada por un docente, nuestro tan mencionado y recordado Basilio María Donato. Tras sus largas investigaciones en el Archivo Histórico de la provincia, recopiló lo sucedido entre los años 1700 y 1900. Luego, también, dejó escritos de su vida en la ciudad en las décadas del ’30 y ’40.

La primera escuela en Los Sunchales tuvo lugar en el segundo intento de Colonización. En este caso, el entonces Juez de Paz Fermín Sosa vio la imperiosa necesidad de instruir a los colonos que De la Mot había traído de diferentes países de Europa. Sosa fue a Santa fe con esta propuesta y, al volver, se abrió la escuela a cargo de Eugenio Meert, con el apoyo de Simón de Iriondo, quien lo denomina preceptor escolar en Los Sunchales, con el sueldo de 25 pesos fuertes. No era común que existieran escuelas en la colonias, por lo cual fue un gran progreso. La escuela funcionó todo el año 1871 y parte de 1872, cuando se produce el éxodo de la Colonia.

Años después, con nuevos hombres de negocios y políticos visionarios, se emprende la Tercera Colonización, ya establecido como pueblo a Sunchales. La primera institución fue El Juzgado de Paz, a cargo de Don Ramón Casabella, quien pide una escuela en 1887 ya que había 20 niños en edad escolar. Así, en 1888 da inicio la primera escuela del naciente pueblo. No estaba destinada a nuestra localidad, sino a la colonia María Luisa, pero al no tener local ni maestro, los muebles y útiles llegan a Sunchales y se designa a Saturnino Marquínez y Martínez como preceptor.

La Escuela Nº 379, llamada ahora «Florentino Ameghino», nació en una esquina de la calle Central. Actualmente vemos una placa conmemorativa en la esquina de Avenida Independencia y calle San Martín recordando ese emplazamiento. En el año 1912 se trasladó a su ubicación actual, sobre la calle Ameghino.

En esa misma escuela, estudió y trabajó Donato. No solamente fue maestro, sino director del establecimiento, en varios de sus relatos destaca las tradiciones, actos y problemas salariales que lo hicieron alejarse de su cargo varios años y luego retornar para seguir la lucha de enseñar a las nuevas generaciones.

Las escuelas que fueron surgiendo en diferentes décadas según la necesidad del crecimiento del área urbana y también rural, los docentes que con vocación y servicio construyeron a los actuales dirigentes y profesionales, hacen que Sunchales tenga una base sólida. Estos años de pandemia han hecho tambalear los cimientos, pero como nuestra historia sunchalense nos marca, no nos daremos por vencidos en el primer intento.

Feliz día a todos los educadores que no se rinden, que luchan, que enseñan, que día a día guían a los sunchalenses del futuro.

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