(Por: La Opinión) – El comisario mayor Carlos Pross arribó a Rafaela el 5 de marzo de 2014 para asumir el cargo de subjefe de la Unidad Regional V de Policía, organismo con competencia en todo el departamento Castellanos. Por entonces revistaba como comisario inspector, y venía de cumplir su rol profesional en la Unidad Regional XIII de Policía, con asiento en la ciudad de San Cristóbal.
La instancia se produjo cuando se comportaba como jefe de dicho organismo el comisario mayor (hoy ascendido a general) Daniel Alcaraz, a quien Pross reemplazó como titular (al ser Alcaraz designado jefe del Nodo Región 2 en temas policíacos), en la jornada del 30 de diciembre del pasado año.
En conversación con LA OPINION, tomando como referencia que durante gran parte de su labor en la UR V solamente en las ciudades de Rafaela y Frontera se registraron sucesos delictivos de extrema importancia (ejemplo: homicidios), y que en los últimos tiempos esa situación también se contabiliza en Sunchales, se consultó al policía al respecto.
¿Desde cuándo está puesta la mira policíaca más allá de lo que resulta común, en Sunchales?
A decir verdad, hasta hace unos días que la ciudad se revolucionó con la muerte de un chico, también periódicamente hubo homicidios en Sunchales. No en la cantidad que se concretaron en Rafaela y Frontera, pero los hubo. Entre otros vienen a la mente los casos de un vecino que mató a una mujer, y el de una ciudadana que asesinó al marido.
La inquietud periodística en la pregunta anterior tiene que ver con la comprobación de que tanto en portales locales como en distintas redes sociales, se manifiesta constante preocupación por hechos policiales.
Está bien. Pero la realidad indica que lo que usted manifiesta comenzó a manifestarse se diría masivamente, a partir del homicidio de un menor de 17 años de edad, ocurrido hace unos días. Y a esto agrego una sucesión de situaciones que estarían estrechamente ligadas a ese caso.
¿Cuánto preocupa a la Unidad Regional V de Policía lo que sucede en Sunchales?
Lo mismo que lo que se observa en Rafaela, Frontera y toda otra localidad que se integra al departamento Castellanos. Se trata de una preocupación normal, y tratamos de dar respuestas satisfactorias en todos los lugares. Para nosotros no hay un distrito en especial.
Al personal asignado a la Comisaría 3ª de Sunchales, se le agregó la presencia de uniformados pertenecientes a la Guardia de Infantería y del Grupo de Operaciones Especiales a fin de reforzar la labor preventiva y de represión de delitos, ¿verdad?
Es correcto. Y el resultado positivo está a la vista. La captura de un menor que aparecería implicado como autor material de la muerte del jovencito que mencioné anteriormente, corrió por cuenta de agentes de la Comisaría local pero sin dudas lo de la Guardia de Infantería y del GOE es positivo, si se tienen en cuenta los controles callejeros, el secuestro de armas, y las identificaciones y detenciones en labores preventivas de todo tipo de ilícitos. También colaboran efectivos provenientes de Comisarías de localidades cercanas a Sunchales.
En relación a las armas en manos de los delincuentes, ¿qué origen se les asigna en el organismo que usted conduce?
En mayoría provienen de hechos contra la propiedad en la ciudad, y tal vez en otras poblaciones. Son las que muchas veces se cuentan en los domicilios sin haberlas declarado, y tal vez provenientes de lazos familiares incluso de vieja data. Se comprobó que el arma utilizada (un revólver) en el homicidio del menor de 17 años de edad (Matías Planiscig) provino de un robo. Esto fue denunciado por un sunchalense el día posterior a la muerte del chico.
¿Qué hay de cierto de que muchas veces se alquilan en determinados puntos de la ciudad de Santa Fe?
No puedo decir que no ocurra, pero la mayoría proviene de robos en viviendas o comercios, y en un porcentaje muy elevado no están declaradas como exige la ley. Una vez que son robadas no se denuncia por la sencilla razón de que no están declaradas legalmente.
Recientemente, el jefe del Nodo Región 2 le dijo a La Opinión que se comprueba que cada vez hay más delincuentes en las calles, y que el 70 por ciento son menores de edad. ¿Qué reflexión le merece dicha situación?
Es un dato sumamente preocupante. Un 50 por ciento de los casos se comete a mano armada, y lo grave es que se comprueba que la edad de los que delinquen desciende. Hemos aprehendido a chicos de muy corta edad por cometer delitos, y uno de ellos -de 12 años- portaba un revólver calibre 38.
La ciudadanía se desayuna con que la Policía detiene a menores homicidas, y que desde el Juzgado de Menores porque así lo determina la ley, se decide que sean internados en centros de rehabilitación de puertas abiertas. Y no son pocos los casos en que se producen fugas, sin que se lleve a cabo una captura posterior.
Es verdad. Así sucede porque como bien dice así lo determina la ley. En el último tiempo viene a cuento lo sucedido con un menor de Frontera, que dio muerte a un vecino y a pocos días de haber sido destinado a la Casa del Adolescente de esta ciudad, se fugó. Además, el sistema judicial no cuenta con lugares apropiados para la asistencia a mujeres menores de edad autoras de homicidio. En la Alcaidía de la Unidad Regional V alojamos a la chica que dio muerte a una jovencita, hace meses, en Ceres. Este es un ejemplo.
