Con una propuesta renovada, de ingreso gratuito y la apuesta por un show musical de peso en el cierre, los Carnavales Sunchalenses tuvieron una nueva edición anoche, luego de la reprogramación obligada por las inclemencias climáticas sufridas en la jornada del lunes.
Las comparsas y agrupaciones locales no defraudaron y desde temprano aportaron el color a una tarde fresca que vio cómo en simultáneo, mientras se escondía el sol, comenzaba a llenarse de sonidos el Corsódromo.
Desde el imponente escenario principal, la Banda de Música Municipal «Maestro Sebastián Rainone» se encargó de la apertura y bienvenida, interpretando una serie de temas icónicos de la cultura latinoamericana, los cuales fueron acompañados por representantes de «Pintados Chiquilines», «Warmi» y «Club Dance». Apenas un aperitivo de todo lo que llegaría más adelante.
Con una marcada puntualidad y un ritmo que prácticamente no dejó espacios en blanco, el desfile por los más de 130 metros terminó siendo una sucesión continua de bailarines y músicos. Esto generó un muy buen clima en las tribunas y plateas que lo circundaron, puesto que casi no hubo tiempo para dejar de aplaudir.
Cada una de las agrupaciones que formó parte de la propuesta contó con varios ítems para destacar, ya sea en la calidad de sus trajes, coreografías o música. Queda en claro el sentido de superación que las impulsa y que ha hecho que nuevamente, sean contratadas desde diferentes puntos del país para ir a protagonizar corsos ajenos, siendo este un reconocimiento al producto que desde aquí se genera.
El cierre, a cargo de la banda Trulalá terminó poniéndole un adecuado cierre a una edición que dejará mucha tela para cortar, con cuestiones organizativas novedosas, apuestas y ratificaciones que seguramente serán evaluadas en las semanas venideras para sostener o modificar ya con un año de anticipación para la próxima edición de lo que se sostiene como la gran fiesta sunchalense.
