Plazoleta de los Italianos (Foto: Diego Rosso).

No es necesario reflexionar demasiado para encontrar el significado que tuvo la inmigración para el desarrollo de nuestra ciudad. Las raíces sunchalenses -y de toda la región- se encuentran emparentadas con familias provenientes de diferentes puntos, quienes decidieron afincarse en este espacio para desarrollar un proyecto de vida.

Es por eso que consideramos pertinente realizar este pequeño reconocimiento hoy, en el Día del Inmigrante.

La ciudad cuenta con diversos espacios que los destacan y reconocen. La Plaza de los Inmigrantes en barrio Villa del Parque, creada formalmente por el Concejo en el año 1992, es uno de los más representativos así como también la Plazoleta de los Italianos en barrio Sur. La primera referencia la totalidad de los aportes de familias provenientes de otros sitios, mientras que la segunda se enfoca en una de las ramas más numerosas e incluso, dentro de esta alegoría se destaca especialmente el aporte de los Venecianos.

Placa ubicada en la Plazoleta de los Italianos, que hace referencia a los inmigrantes Venecianos (Foto: Ariel Balderrama).

Mucho es lo que se puede señalar acerca del impacto de la presencia de los migrantes en las primeras décadas de vida sunchalense pero consideramos oportuno repetir la invitación para que, quienes aún no lo hicieron, puedan recorrer los escritos de Basilio Donato publicados en su Sección «Recordando el Pasado», desde donde revivió varias de las situaciones especiales y características que los tuvieron como protagonistas.

Acerca de los inmigrantes

Por Fernando Calamari (*)

Sunchales desde sus inicios tuvo la presencia determinante de inmigrantes. A un año de su tercera y definitiva colonización en 1886, casi el 70% de su población era de origen extranjero. Se desatacaban numéricamente los italianos como principal grupo étnico, seguidos por otros europeos, por ejemplo alemanes, españoles, austríacos, rusos, suizos e ingleses. Vinieron también uruguayos, paraguayos y brasileros. Esto, junto a los criollos, caracterizó de cosmopolita a su demografía e incluida la diversidad y tolerancia religiosa, como entre católicos y judíos. Dejaron a sus familiares y amigos, además del terruño en donde nacieron y se dirigieron a nuestro país (casi nadie sabía que existía Sunchales).

El viaje desde el viejo continente fue en barco a vapor en tercera clase (era el pasaje más barato), duraba aproximadamente entre 20 y 30 días y recorría varios lugares. Una ruta común fue partir del puerto de Génova y desde allí ir a Marsella y Barcelona por el mar Mediterráneo para cruzar el océano Atlántico y llegar a Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires.

El lugar de procedencia de los inmigrantes fue el propio país de origen o de colonias santafesinas cercanas, como Esperanza, Grutly, Humbolt y Pilar. Luego de varios días en carreta o en tren arribaron a Sunchales. El sueño en común era hacer “la América”, lo cual significaba progresar económica y socialmente en el nuevo continente. Así, hombres y mujeres solteros o casados se radicaron en este lugar. Algunas parejas ya tenían hijos o luego los tuvieron en las tierras sunchaenses. De esta manera, el núcleo familiar contribuyó a la radicación estable y Sunchales pasó de 284 habitantes en 1887 a 3.520 en 1914.

Casi la mitad se estableció en el pueblo y la otra en el campo para ejercer diversos oficios que les demandaba duros sacrificios y extensas y extenuantes horas de trabajo, generalmente mal retribuidos. En el primero se destacaron los jornaleros, peones, albañiles, zapateros, sastres, herreros, carpinteros, comerciantes, costureras, lavanderas, modistas y cocineras, mientras que en el segundo predominaron los agricultores. El género también fue importante porque en casi todos los trabajos participaron hombres y mujeres.

Algunos lograron el preciado lote urbano para construir su vivienda o adquirir una pequeña parcela de campo denominada “chacra” pero otros debieron buscar mejor fortuna en nuevas colonias que surgían, como Tacural y Tacurales. Gracias a la presencia de los hombres y las mujeres inmigrantes Sunchales surgió y se consolidó como colonia agrícola basada en el cultivo del trigo con actividades complementarias, como la industria harinera y el comercio. Fueron las y los héroes “anónimos” que marcaron el camino del progreso sunchalense.

(*) – Licenciado en Historia.