A los maestros con amor
Cuando TU DIOS otorgó TUS DONES, miró una gota de agua cristalina.
Al estar observando la gota un rayo de luz la cruzó, descomponiéndola en colores, con las cuáles se inspiró para darte los siguientes dones:
Al ver el MORADO pensó; ¿cuánta sabiduría deben tener los maestros, para saber cómo tratar día a día a sus alumnos?, para darle a cada uno lo que necesita.
Con el ROSA pensó en la PACIENCIA, para la entrega que se necesita en cada clase. Habrá días fáciles, pero para los días difíciles, necesitarás que este don te acompañe.
El ROJO: Lo utilizó para presentar la pasión con la que vos, maestro, te entregas diariamente.
Al ver el NARANJA: pensó, que el maestro no podía quedarse sin creatividad y entusiasmo, para hacer de cada día un lugar para sorprender.
El color AMARILLO: brilla tanto como la alegría. Este don no te debe faltar, para disfrutar de tu profesión y no padecerla.
Con el VERDE: se inspiró para otorgar el don del crecimiento de espíritu y de mente.
Tan ocupado estaba TU DIOS pensando en los dones del maestro y creándolos con tanto amor, que de pronto se dio cuenta que la noche había caído.
El NEGRO: lo inspiró para darte la fuerza necesaria para enfrentarte a los cambios, que los nuevos niños de hoy, necesitan. En la noche hay algo que brilla, depende de vos dejar que te ilumine.
Una fuerza que no te permitirá desfallecer y que te ayudara a pensar que aún cuando este más oscuro en la noche, hay algo que brilla…
Una estrella lo inspiro en el último pero tan importante ¡DON DEL AMOR!
¡Feliz día!
