El Soem avanza en sus reclamos y abre otro frente de preocupación a la administración municipal

Captura de una de las publicaciones realizadas en el perfil de Facebook del Soem.
Captura de una de las publicaciones realizadas en el perfil de Facebook del Soem.

Demasiado poco duró el veranito de la actualización de Tasas otorgado por el Concejo. Además de quedar retrasado el monto final (del 35 % que se esperaba se les dio el 23%), rápidamente todo fue diluyéndose por dos temas que ganaron la escena local: la baja tasa de cobrabilidad de la obra de pavimentación de 152 cuadras y la compleja distinción otorgada por la Superintendencia de Seguros al calificar a la administración local como de «alta siniestralidad».

La nota elevada al Concejo la pasada semana obligó a los ediles a incorporarla de inmediato al Orden del Día y explayarse sobre la misma.

El gremio que conduce Adrián Bertolini ha dejado una clara estela de reclamos por mejoras hacia el Municipio en el último tiempo. No obstante, esta calificación acelera los pasos y los obligará a sentarse y darle forma a acciones que venían ya diagramando pero que cayeron presa de la cadencia característica de la actual gestión en la implementación de prácticamente todo cuanto pase bajo su responsabilidad.

Poco y nada ha quedado de aquellas declaraciones periodísticas de Bertolini, donde satisfecho, anticipaba hace meses que la ciudad sería una de las primeras de la Provincia en contar con un Comité Mixto de Salud y Seguridad en el Trabajo. Para el mandatario local, todo se reduce a una cuestión monetaria, algo que no es compartido: «Comprar algunas unidades no es mejorar la seguridad de los trabajadores. Negarse a conformar el Comité Mixto de Salud y Seguridad en el Trabajo conformado hace 2 años y no puesto en funcionamiento es querer esconder el problema. Decir que no se pone en funcionamiento el Comité Mixto de Salud y Seguridad en el Trabajo porque demanda gasto es una irresponsabilidad total por parte de un funcionario. Si esta es la línea de pensamiento, estamos en el horno!!!», son dos de las publicaciones que se ven en el perfil de Facebook del Soem.

Hasta ahora, el sindicato ha mantenido una actitud de colaboración constante, toda vez que en más de una ocasión, los mandos medios permiten salir a cumplir funciones a vehículos que no reúnen la totalidad de las exigencias o dejan trabajar a empleados que no cuentan con determinados parámetros de seguridad. Si se modifica esta postura, la repercusión será inmediata en la merma de los servicios públicos municipales. Esto, junto con la llegada de las boletas con las Tasas actualizadas, puede ser un combo nefasto para las arcas públicas, ya cuestionadas por algunas decisiones administrativas que van saliendo a la luz en épocas donde se debería imponer la austeridad.

Los ediles vienen intentando reunirse en el último tiempo con Bertolini, será seguramente actor invitado el Intendente pero más allá de las definiciones que se adopten, la ciudad ha quedado manchada en su credibilidad. Figurar como ejemplo negativo en una nómina de la Superintendencia de Seguros no es algo que enorgullezca. Haber reducido la siniestralidad de 14 a 11 eventos mensuales lejos está de ser un rendimiento óptimo.

Con seguridad, el Soem aprovechará la ocasión para insistir en reclamos que tienen el nivel de pequeños detalles pero que complican sobremanera, tal el caso de contar con un solo baño en el Corralón (construir un nuevo sanitario viene siendo para el Municipio un imposible, seguramente por los elevados costos).

Las relaciones se encuentran en un punto de simple explicación, ya que a los reclamos insatisfechos, se le agrega el calificativo de «mentiroso» hacia Ezequiel Bolatti. Puede haber diferencias de criterios, puede parecer o no alguna situación o realidad, pero ya cuando existe tamaño calificativo, se anticipa que los dos años venideros serán sumamente largos de ser recorridos para ambas partes.

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