La autopista de la RN 34 cayó en el derrumbe de la inversión pública

(Por: Miguel González – Para: Diario Castellanos) – La alarmante paralización que registran las obras públicas nacionales y provinciales volvió a impactar sobre la interminable obra de la autopista de la RN 34. La reconversión de la traza histórica de la RN 34 entre Angélica y Sunchales, primero para ser autovía y luego para transformarse en autopista, se inició a fines de 2014, estuvo prácticamente paralizada entre 2017 y 2019, se reinició con ritmo frenético en pleno período preelec­toral y volvió a entrar en el limbo de la incertidumbre a partir de noviembre. En el medio, y a las apuradas, se habilitó la doble calzada entre los kms. 189 (cruce con la autovía 19) y 195: la obra en esos lugares sólo tiene retornos provisorios ejecutados en ripio, no hay calles colectoras como establece el proyecto de autopista ni tampoco se completaron las banquinas pavimentadas, mientras que desde los campos y caminos secundarios se accede directamente a la calzada principal.

Actualmente, los trabajos sólo se observan en el puente intercambiador a la altura del km. 196; hay movimientos de suelo en el km. 214 (a la altura de la estación de servicio del ACA) y también hay unos pocos trabajos en la Variante Rafaela, principalmente en las cabeceras Sur y Norte.

El caso emblemático sobre la utilización política de la obra es el del acceso a Susana. En agosto, en plena previa de las PASO presidenciales, el entonces ministro de Transportes, Guiller­mo Dietrich, hizo una fugaz visita en la que recorrió las obras -que recién se iniciaban- de lo que sería el puente de la ruta 67-S, destinado a pasar por encima de la doble calzada de la autopista y darle más seguridad a ese sector. Pasadas las elecciones, las máquinas se retiraron: quedó un «by pass» de ripio para el ingreso y salida a Susana; desaparecieron las luminarias -sólo quedan las columnas sin los artefactos portalámparas- y las malezas superan los dos metros de altura.

A principios de este mes, el ministro de Obras Públicas del actual Gobierno, Gabriel Kato­podis, acompañado por el Gobernador Omar Perotti y el Intendente rafaelino Luis Castellano, estuvo en la zona de obras. Antes, consultado por este diario, había ratificado que la reactivación de la obra de la 34 era una prioridad para el Gobierno de Alberto Fernández, pero hasta ahora no se vieron acciones concretas que respaldaran esa promesa.

Mientras tanto, la traza urbana de Sunchales también sufre esta paralización, aunque el caso es mucho más grave: prácticamente hace más de dos años que los trabajos en la travesía urbana (ensanche de la ruta para convertirla en una avenida multitrocha) están parados y ya hubo varias tragedias que dejaron como saldo más de media docena de víctimas fatales y muchos heridos. Ahora, la ruta está prácticamente intransitable por los profundos ahue­llamientos que muestra entre la rotonda de acceso y el cruce con la 280-S; en la misma rotonda tiene roturas en el pavimento y al sur de la rotonda decenas de camiones utilizan la doble calzada para estacionar, no hay iluminación y la señalización está dominada por tachos de 200 litros pintados de rojo y blanco.

Con la autopista de la RN 19 sucede algo similar. Quedan por ejecutar 150 kms. del tramo entre San Francisco y Río Primero (desde esta localidad hasta el anillo circunvalar de Córdoba la autopista está terminada y en excelentes condiciones), pero los trabajos están paralizados.

Ejecución cero
En tanto, la preocupación por la parálisis del Gobierno Nacional quedó en evidencia tras la publicación de los primeros números de ejecución presupuestaria de la era Alberto Fernández.
La administración Fernán­dez está pisando el gasto a un extremo tal, que sólo ejecutó el 0,04% de la inversión real directa, el componente de gastos de capital que contempla casi la totalidad de la obra pública.

De esta manera, de los $ 2.311 millones erogados en 2019 -año en el cual ya había sufrido un recorte del 48% por el ajuste exigido por el FMI a Macri- se pasó a un gasto de $ 52 millones.
Según explicaron fuentes oficiales citadas por el portal LaPolíticaOnline, los ministerios de «Desarrollo Territorial y Hábitat» y «Obras Públicas» todavía no tienen autoridades designadas ni estructura creada para ejecutar. Es decir, que no cuentan ni siquiera con la firma necesaria para avanzar con cualquier procedimiento.

«El problema es la descoor­dinación que hubo para deses­tructurar Interior. Era un ministerio monstruo que se dividió en tres (Interior, Obra Pública y Vivienda)», tratan de relativizar desde la Rosada.

Sin embargo, este mismo parate se observa en otros componentes del gasto como los subsidios económicos, gastos de funcionamiento, transferencias de capital, inversión financiera y otros gastos corrientes, que se desploman un 52,5%, 14%, 46,6%, 19,5% y 14,9%, respectivamente en términos reales.

«Los datos explican las políticas que está llevando adelante el Gobierno en materia de gasto. Cuando las prestaciones sociales están creciendo a un 65% y los intereses al 72%, y los ingresos no te acompañan, tenés que ajustar en otra cosa. Están bajando los gastos de funcionamiento y sobre todo los gastos de capital, que son los que tienen que ver con obras», indicó a LPO el analista presupuestario, Rafael Flores.

Sucede que la mayoría del gasto público está compuesto por rubros inerciales que no pueden ser frenados como el pago de jubilaciones, AUH y los intereses de la deuda. Es por eso que a pesar de congelar los otros sectores, el nivel de ejecución se mantiene en línea con el promedio de los últimos cinco años.

De acuerdo a los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, la ejecución del gasto total subió al 8% en enero, pero sobre la base del presupuesto del año anterior por la prórroga dictada por el Ejecutivo. Al ajustarlo por inflación, el número cae al 6,08%.

Un sendero completamente diferente se observa al evaluar solamente los gastos de capital, que se derrumban al 1,1% cuando el año previo se había ejecutado un 3% y en 2018 un 4%.

Dentro de los gastos corrientes, se destaca la contracción de 0,9 puntos porcentuales en la ejecución de transferencias a las provincias respecto al 2019. Este es uno de los motivos que despertaron la reacción de los gobernadores como el santiagueño Gerardo Zamo­ra, que este miércoles mantuvo una áspera reunión con el presidente donde también cuestionó la falta de nombramientos en el organigrama estatal.

Alberto dilató el inicio de la gestión concreta en las áreas de Gobierno hasta que no se resuelva la deuda y repite que el comienzo de su gobierno real será a partir del 31 de marzo, cuando espera tener encarada la negociación con los bonistas privados.

Relacionadas

Ultimas noticias