Libertad se quedó con el primero de una serie de duelos apasionantes por 93-84. Los Tigres tuvieron un excelente tercer cuarto (35-17) y llegaron a ganar por 20 puntos.
En el final, achicó Peñarol pero no supo encontrar la forma de forzar una victoria que no llegaría. Los Tigres están 1-0, siguen invictos en su casa y esperan por el miércoles para repetir el duelo.
En el aurinegro retornó el capitán Andrés Pelussi, quien tuvo una gran planilla para sumar 20 puntos y confirmar que está plenamente recuperado.
Otro que no ingresó pero si efectuó con normalidad los movimientos precompetitivos es Mariano Ceruti, quien podría estar en los próximos juegos, completando así la plantilla local, algo casi inédito en los últimos tiempos.
Los triples adelantaron a Peña, poniendo las cosas 2-13 y forzando rápidamente a Julio Lamas a pedir un minuto para reorganizar el juego. Tras el mismo, aparecieron cinco puntos consecutivos de Profit y una buena defensa para ir limando la distancia. En un duelo de ajedrez, los dos técnicos jugaban un partido casi simétrico, con cambios al unísono y quejas reiteradas hacia los árbitros desde ambos bancos.
Libertad terminó de ponerse a tiro 19-20 sobre el cierre del cuarto y con dos libres de Ginóbili al inicio del segundo, pasó por primera vez al frente. En ambos aros se tiraba sobre los 24 segundos, exprimiendo al máximo cada posesión en busca de un mejor tiro. El partido seguía espejado: doble y doble, triple y triple, yerro y yerro, así avanzaban nivelados en 31, 35, 40, quebrándose sólo con un triple sobre la chicharra antes del descanso central.
El tercer cuarto fue todo para los Tigres, imponiéndose en ambos aros con un Pelussi inspirado y goleador, llevando la diferencia a nueve puntos primero y luego ampliándola más (68-56) pero ese no fue el techo, que se extendió hasta los 15 puntos (70-65). Los aurinegros aparecieron en todo su esplendor y en estos diez minutos encestaron nada menos que 35 puntos y permitiendo sólo 17.
Si existe un momento en el cual se puede advertir el quiebre del juego, este pareció estar en el arranque del tramo final. Cuando a Libertad se le agotaba la posesión, apareció un lanzamiento de Moldú lejísimo que puso la diferencia en 18 puntos y desató la merecida ovación de la tribuna. Del otro lado, Peñarol no permitía una distancia aún mayor a fuerza de pelea bajo el aro y dobles con falta incluida.
El desconcierto de los marplatenses (y la ausencia ofensiva de Wadley, entre otros) dejaba entrever la preparación de un terreno propicio para la goleada. Así lo mostraba el ya contundente 83-63. El retorno al quinteto inicial de Hernández le permitió una arremetida casi impensada, limando distancias y proponiendo llegar a un final cerrado, con un Tigre que preocupaba con 4 minutos sin anotar, aunque la distancia estaba en 11 (83-73).
A partir de alli, el Milrayitas le tiró toda la presión a Libertad, buscando forzar errores que le permitieran seguir recortando distancias. Sin embargo, más allá de algunos desaciertos locales, el que no estuvo efectivo fue el propio Peñarol, consolidando así el liderazgo local y llevando las cosas 93-82, dejando la serie 1-0 y ratificando la invulnerabilidad de su localía.
Planilla completa del partido.
