Los Carnavales tuvieron su primer noche

Los más pequeños, invitados también al desfile de carnaval.
Los más pequeños, invitados también al desfile de carnaval.
Con una convocatoria importante de público que aprovechó el carácter gratuito de esta edición 2011, anoche se pusieron en marcha los Carnavales sunchalenses. Fueron cuatro las comparsas que desfilaron, tres locales y una invitada de Rafaela. Esta noche se llevará a cabo la segunda presentación de las cuatro programadas.

La edición 2011 de los Carnavales Sunchalenses se puso en marcha anoche con un buen marco de público que se acercó hasta el corsódromo de avenidas Rivadavia y Lisandro de la Torre. Si bien por el carácter gratuito de la entrada resulta difícil establecer cifras de asistentes, lo importante es que tanto las gradas como espacios anexos y plateas estuvieron colmadas con lo cual se mejoró sustancialmente la concurrencia respecto del año anterior.

Con cerca de una hora de retraso, Chiforé fue la encargada de romper el hielo, siguiendo luego Maranatá, la agrupación novel del barrio 9 de Julio que combina chicos y grandes. Más adelante llegó el turno de Mahavirá, invitada especial de la ciudad de Rafaela pero con raíces locales en cuanto a la percusión ya que esta es comandada por Darío Candia. Por último, el cierre de esta noche debut que se extendió hasta más allá de la hora 1.30, fue para Itaverá.

Aciertos y críticas

Como bien dijeron los locutores a cargo de la conducción, fue una noche de ajustes, donde se ve en la práctica los tiempos y espacios de desplazamiento. Esto se notó en el hecho de que las primeras dos agrupaciones fueron ágiles, mientras que la invitada rafaelina demoró demasiado, arrancando muestras de desaprobación de los presentes.

Igualmente, otro motivo de queja que se pudo escuchar entre bailarines y público asistente estuvo orientado a la baja calidad del sonido instalado, el cual estaba centrado en la primera parte del recorrido por lo que, pasando unos metros el escenario central, las bailarinas debían improvisar ya que los comentarios de los conductores hacían imposible escuchar las pistas o sones de batucada, haciendo que danzaran casi «a capella».

Este tema termina siendo recurrente y se transforma en una verdadera odisea para, por ejemplo, comparsas como Maranatá, que no cuenta con batucada propia y debe avanzar al son de las pistas. Si en lugar de escucharse la música, los locutores de turno efectúan comentarios y ventas publicitarias (las cuales uno entiende que también deben estar) se genera una situación que merece un replanteo.

Otro tema remanido es el de pensar que una vez transcurrido el paso por la parte central, se ha terminado el corso, cuando aún restan unos cien metros. Anoche se dio la despedida a los carnavales cuando aún había numerosas jóvenes avanzando y la batucada estaba en pleno desarrollo del espectáculo central. Resultó hasta hilarante escuchar comentarios acerca de lo bien que había transcurrido la jornada y despedidas de la noche cuando en rigor faltaban varios minutos para que esto culminara.

Por lo demás, en líneas generales, si bien hubo algún fastidio por tener que hacer cola, los servicios funcionaron correctamente, generando importantes beneficios para las instituciones intermedias que los tuvieron a su cargo.

Relacionadas

Ultimas noticias