Un 11 de noviembre de 1891 fallecía Carlos Steigleder, que luego de llevar los planos a Santa Fe, se quedó a vivir en nuestra ciudad, ayudándola a crecer y fortalecerse, para convertirse en lo que es hoy, una localidad pujante y con un futuro mejor. Para muchos, confundidos, es el Fundador de la actual ciudad, mientras que el rigor histórico le debe atribuir el rol de agrimensor de la tercera y última colonización de Sunchales.
Nació un 23 de mayo de 1847, en la ciudad de Herne, en la antigua Prusia (territorio perteneciente al imperio alemán), siendo sus padres Sabina Volgh y Cristóbal Steigleder. Otros documentos señalan el 12 de junio de ese mismo año como su fecha de bautizo, bajo la fe protestante.
Basilio María Donato relata su participación en lo que fue la tercera y última colonización de Sunchales, en 1886, historia que empieza en 1884, cuando Guillermo Lehmann formó una sociedad colonizadora del oeste santafesino, siendo sus socios Saguier, Ataliva Roca, Egusquiza, Muñiz y un médico llamado Christiani. Cuando la sociedad se disuelve, Christiani se queda con el lote de la colonia Los Sunchales.
Contrató a su pariente Carlos Steigleder para realizar la mensura del terreno, que midió lotes de 1000 varas de lado, dividido en 4 concesiones cada uno (unas 32 hectáreas), tarea que le llevó 2 años. En abril de 1886 tenía concluidos los planos, que lleva a Santa Fe, pasando por Esperanza para solicitar la aprobación de Christiani.
Una activa participación en la comunidad
Don Carlos decidió quedarse en la naciente colonia, viviendo en una casa construida un año antes, que hoy es Patrimonio Cultural Municipal y Provincial. Fue un hombre decidido y de ideas progresistas. Realizó la defensa del terreno que había pertenecido al Fuerte, conocedor de que allí estaban los restos valiosos para recuperar la historia. Justamente fue uno de los encargados de arrastrar, con una yunta de bueyes, el cañón que hoy apunta hacia los restos del Fortín, desde la Plaza Libertad.
Creada la Comisión de Fomento, Steigleder fue su primer presidente, en 1891. Ese mismo año, a causa de una bronconeumonía, y con solo 45 años, fallece en nuestra ciudad Don Carlos, el agrimensor del pueblo, sepultado un día después en presencia de un pastor protestante. En 1898 se cede una fracción del cementerio de Sunchales para que sus restos descansen en la ciudad que ayudó a nacer.
