Ser radical

(Por: Gustavo Aramburu) – Rodolfo Terragno escribió semanas atrás una nota en la Revista Debate, brindando algunas pautas sobre como recrear al radicalismo. El ex senador señala “El radicalismo no es el que queremos. Cada uno de nosotros ha arrojado, por lo menos, una piedra para destruir lo que tuvimos. Ahora, no nos quedemos con odios. No son buenos, ni los odios ni los temores.

Para recrear partido radical, se debe procurar la reconciliación más abarcadora posible. La de “los que lo son” y “los que lo fueron antes”. Eso exige un diálogo abierto, sin condiciones, que evite la recriminación recíproca y obligue a mirar al frente.”

Creo que decir que todos son responsables, es la mejor manera de no señalar a ninguno en especial, y si un partido como el radical ha quedado reducido a esto, alguna mala praxis política ha existido.

Para no hacer un racconto histórico interminable de alquimias, pactos y desaguisados, me limito a preguntar ¿alguien mas que Morales se lleno la boca de las bondades de Lavagna, o ahora fue Morales solo?

La única dirigente que se opuso a la candidatura de Lavagna fue Margarita Stolbizer,y si bien disiento y me duele de que no persista en su lucha partidaria ,seria bueno preguntarse cuanto hicieron algunos dirigentes históricos sempiternos para que Stolbizer se cansara y se fuera, y con ella mucha gente.

El partido radical era esencialmente contenedor de muchos sectores e individualidades disímiles, en el coexistieron Elpidio Gonzalez y Gallo, Larralde y Sancerni, Karakachoff, Amaya y Garcia Puente. Por que ya no lo somos?. Hay una estructura partidaria que ha agotado con sus practicas a muchos dirigentes que hoy pueblan distintas alternativas, y la verdad muchas veces nos dedicamos a maltratar a quien abandona la institucionalidad partidaria en vez de fijar nuestra mirada en quienes estan conformando un partido cada vez mas chico y autista.

Una reconciliación? Obviamente es posible, tanto entre los que quedamos dentro de la UCR, como con aquellos que si bien se han alejado de la institucionalidad partidaria, siguen sosteniendo valores historicos del radicalismo, en los que se formaron. Por ende no hablo de todos los migrantes, ya que una cosa son los que persisten en opciones opositoras, y otra es ir a laburar de alcahuete a las oficinas de Nestor en Puerto Madero o de ladero de Cristina. Nada bueno puedo esperarse de la traicion o de la felonia.

Ser radical es un temperamento, es un sostener invariablemente determinadas cosas que nada tienen que ver con los K, es la emocion que provoca la imagen de BALBIN cruzando el arroyo las Tunas desbordado en una campaña. En un año bisiesto como este y por estos dias nos dejaba Don Amadeo Sabattini, quizas sus palabras sirvan para recrear al radicalismo, mas que las comparaciones con el Psoe o el laborismo britanico que el ex Senador nos brinda en su nota.

La vida de un radical -decía Don Amadeo- en definitiva es eso: conducta…». Cuando Perón le enviaba mensajeros ofreciéndole entrar en una combinación con él, don Amadeo comentaba «… Soy tan humilde que no tengo precio. Estos que gobiernan la Argentina se están rodeando de gente que no vacilara en vender la soberanía como en los peores tiempos de la oligarquía y con la plata que les sobre tratarán de comprar a los hombres que se venden. Yo no soy de esos…»

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