Silvio Barrios: El hombre del Himno

Silvio Barrios (Foto: Diego Rosso).

Los sunchalenses que residen en calle 1° de Mayo, transitan las noches de cuarentena y aislamiento de una forma especial, con una característica que los distingue y resalta, involucrando a una familia muy particular y a sus vecinos, quienes puntualmente, cada noche salen a las 21 a las veredas para entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino.

El vecino en cuestión, promotor de la iniciativa es Silvio Barrios, quien cada noche, en medio de la quietud de una ciudad virtualmente paralizada, ofrece música y aplausos pero a la vez los recibe por partida doble, ya que durante el día, Silvio dedica horas como voluntario para controlar en el ingreso a Sunchales.

En la pasada semana, Silvio estuvo aportando horas de su tiempo para realizar los controles a quienes ingresan a la ciudad desde el Centro de Transferencia de Cargas, por avenida Belgrano. No es el único porque su señora también es voluntaria, recorriendo los negocios, demostrando que el compromiso evidentemente es una cuestión de familia.

«Estamos para eso, para dar una mano porque esto nos va a permitir estar mejor a todos», dice con seguridad y convicción, respondiendo sin tener que pensar demasiado ya que para él, ayudar se trata de algo completamente normal y esperable.

Silvio, y su mujer, durante una de las noches de la pasada semana. Foto: Diego Rosso.

Pero además de ser reconocido por su labor desinteresada en el puesto de control, también se ha ganado una notable reputación a nivel local por la tradición que desanda cada noche. «Se suman todos los vecinos. Cuando suenan las campanas de la Iglesia a las 21, todos los vecinos salimos a la vereda, cantamos el Himno y luego hay un bonus track para las abuelos del geriátrico porque les ponemos un tanguito o un paso doble… después si, nos metemos todos otra vez adentro porque hay que cuidarse», relata con emoción.

El origen de esta situación no tiene demasiadas explicaciones. «Salió de una», expresa y ya está todo dicho. Luego aporta más detalles recordando que «le dije a mi mujer que lo hiciéramos y comenzamos. Nos dio más resultado el Himno que los aplausos…»

No duda en explicar que muchos vecinos quedaron sorprendidos «y me reclamaban porqué no les avisamos de lo que íbamos a hacer», algunos se enteraron con el Himno en marcha, otros directamente al día siguiente cuando comenzó a comentarse lo ocurrido o por ver repercusiones en las redes sociales. «Les dije, ahora ya saben, cuando escuchen el ruido, se suman… y cada vez somos más», agrega satisfecho.

Además cuenta a modo de infidencia que «las nonas del geriátrico, cada noche, cuando escuchan el Himno, abren un poco las ventanas y desde ahí van aplaudiendo o cantando», siendo también una forma de estar en contacto con otras personas.

«Es para agradecerles a la gente que nos cuida, una forma de mantener unidos a los vecinos, de poder vernos la cara… son tres o cuatro minutos en donde nos vemos, cada uno desde su casa», prosigue y casi terminando, también cuenta que desde hace unos días la cosa va creciendo porque hay otro vecino que le pone voz al Himno y seguramente, con un par de charlas podrá ir ampliando el repertorio, haciendo que esto vaya extendiéndose un poco más.

Mientras tanto, la noche va cayendo, hoy por la tarde se largó un gran chaparrón pero ya es otra la situación ahora así que el ritual podrá repetirse sin inconvenientes ni postergaciones, haciendo que otra vez, esas emocionantes estrofas, resuenen en medio de la noche llegando muy lejos en una ciudad que agradece este tipo de gestos.

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