“¿Cuándo vamos a actuar? ¿Cuando haya lesionados en el hospital o muertos en el cementerio? Ahí va a ser tarde. Si tenemos la Guardia Urbana y la Policía en el centro, patrullando con móviles y en esas mismas pocas manzanas nos roban, debemos hacer algo. Hay una impunidad y osadía impensadas. No les importa -a los delincuentes- si hay alarma o no. Dentro de poco no les va a importar si hay gente o no”.
La afirmación suena hasta exagerada en un primer momento pero no es más que el reflejo de lo que buena parte de la comunidad piensa hoy en día. Fue exteriorizada, acaso como una forma de catarsis, en la reunión mensual de la Junta de Seguridad que se llevó a cabo en el hall de acceso al Palacio Municipal el pasado martes y que contó con la presencia de un importante número de vecinos y representantes de entidades intermedias así como también autoridades locales (el intendente Oscar Trinchieri, ediles y secretarios de Gabinete), Comandante Enrique Hintza de Gendarmería Nacional y Daniel Gretter, subjefe de la comisaría local junto al subjefe de la Unidad Regional V de Policía, José Luis Gerominez.
La sucesión de hechos delictivos durante la semana pasada, perpetrados contra viviendas y comercios de nuestra ciudad, motivó la participación activa de vecinos que se acercaron para hacer saber a las máximas autoridades en la materia por dónde pasa su preocupación.
En este tipo de encuentros, donde se aborda una temática delicada y con situaciones que en muchos casos hacen recordar hechos complejos e incluso violentos, es de destacar que siempre se mantiene la coherencia y el respeto de parte de quienes hacen uso de la palabra es total (nadie les reclamaría nada si exteriorizaran parte de lo vivido pero no es así como transcurren las reuniones de la Junta).
El informe policial, ofrecido por el segundo de la seccional local, no agregó demasiado, toda vez que se trató de explicaciones remanidas, con estadísticas que para varios resultaron redundantes e incompletas.
Si fue interesante saber que hoy en día se cuenta con personal como para ocupar solamente dos móviles de patrullaje. Hay más vehículos disponibles pero no gente para usarlos, siendo un verdadero despropósito. En una dotación de 30 agentes, debería llegar un número similar para cubrir todas las necesidades, algo que difícilmente ocurrirá. También admitieron que los fines de semana, con adicionales en boliches y partidos, se recargan las horas y funciones de los efectivos, que muchas veces inician la semana cansados por estas labores. Mientras tanto, los presentes exteriorizaron reclamos, pidiendo mayores controles a quienes vienen a la ciudad ocasionalmente, como una manera de aportar a la prevención.
Controles de alcoholemia
La exposición llevada adelante por el secretario de Gobierno, Héctor Madoery y respaldada con estadísticas, permitió conocer que hasta el momento ha habido 208 en total, 24 de los cuales fueron positivos. Además también anticipó que este fin de semana comenzarán a controlar con mayor firmeza el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. La idea, comentó, es hacer algo gradual, para generar conciencia, destacando que sus evaluaciones señalan que es algo que funciona. No obstante, señaló que de a poco serán más rigurosos hasta aplicar todas las herramientas disponibles, entre ellas, la de retención de vehículos.
Luces en los móviles
Las recorridas por las calles de la ciudad de los móviles policiales con las luces encendidas fue una de las consultas realizadas por los presentes a las autoridades policiales. En este sentido, pidieron apagarlas a fin de no alertar a malvivientes que, ante la presencia detectada desde bastante lejos, toman acciones de precaución, esperando el paso de las unidades.
La respuesta recibida fue la vigencia de normativas de la superioridad policíaca provincial que establecen esa modalidad. Concretamente, los funcionarios provinciales relataron que tiempo atrás se hacían los patrullajes con las luces apagadas y había mayores resultados ya que se agarraba a delincuentes in fraganti. No obstante, deben respetar estas directivas aunque señalaron que en próximos encuentros a nivel provincial, estarán planteando la posible vuelta a aquella situación, dejando el encendido de balizas sólo para determinadas ocasiones o intervenciones que así lo ameriten para informar de su presencia o accionar a transeúntes o vecinos.
