Cómo eran los días de cosecha
Unos valiosos aportes acerca de cómo se trabajaba en los campos los hizo Miguel Costamagna, quien a principios de la década del ’80 (cuando era muy joven) trabajó con su tío en las cosechas.
La etapa que relata fue ya en la época que no se utilizaban más bolsas (esta actividad concentraba mayor número de operarios) para almacenar los granos; y los meses de trabajo eran de noviembre y diciembre para la cosecha de trigo; mayo, junio y julio para la de sorgo; y en febrero y marzo el girasol.
El grupo de trabajo estaba conformado por un contratista (en la mayoría de los casos disponía de más de una cosechadora), y la faz operativa estaba integrada por el maquinista (manejaba la máquina) y los tolveros con tractor (el chimanguero era un especialista en hacer arrancar la noria de elevación para volcar el cereal en el camión). Completaba el staff el cocinero, cuyas comidas más habituales eran los guisos y los bifes que se realizaban antes y después de la jornada de trabajo y el refrigerio, que consistía en mate cocido porque no se disponía de heladera para tener agua fresca.
Para higienizarse se debía calentar agua y las casillas -donde se duerme- son muy frías en invierno, y los horarios de trabajo eran según el tipo de cosechas, pero generalmente se comenzaba a media mañana y se finalizaba a la medianoche.

Los trabajos complementarios de preparación también eran importantes, por ejemplo una máquina Alasia tenía más de 100 alemites que había que engrasar todos los días antes de empezar a trabajar y a media tarde se engrasaban los bujes.
El tiempo de ocio era muy escaso y no había fines de semana ni feriados, y los esparcimientos consistían en una charla después de cenar y antes del necesario descanso. Los días de lluvia resultaban interminables porque había que esperar que dejara de llover en el medio del campo dentro de la casilla (jugando a las cartas o escuchando la radio).
Las cosechas de trigo eran más fáciles y más rápidas (se hacen más hectáreas en menor tiempo), y las cosechas de sorgo, al ser el clima más frío, hay menos rendimiento por hectárea/día.
Los viajes para llegar al lugar de trilla llevaban uno o dos días de traslado (se viaja aproximadamente a 20 kilómetros por hora) y el mantenimiento de una máquina primitivamente era mucho mayor (hoy, gracias a la tecnología, muchas cosas se han hecho más fáciles).
Se empezaba en el norte (Charata – Chaco) con girasol y se terminaba con el trigo o sorgo en el sur (Rufino, General Villegas, etc.), aproximadamente unos 1.000 kilómetros de distancia, de un punto a otro.

